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Opinión

Editorial: Inseguridad y solidaridad

Publicado por: Claudio Nuñez | domingo 30 de enero de 2022 | Publicado a las: 11:05

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El diputado Jorge Rathgeb criticó a organizaciones laborales por su falta de solidaridad con las víctimas de la violencia. Pero en ninguna de sus partes dice que la primera responsabilidad es de su partido y de su gobierno. Debiera levantar la voz y señalar que su gobierno ha sido muy eficiente en los comunicados, puntos de prensa, acciones de propaganda gubernamental, para responsabilizar a otros lo que debiera ser su primera misión: mantener el país en calma y para ello, tiene el poder y las facultades para enfrentar este grave flagelo.

En una insólita declaración pública, el diputado por el distrito 22, Jorge Rathgeb, emplazó “a colectivos y asociaciones de trabajadores a defender a sus pares que han sido víctimas de ataques en La Araucanía”.

Agregó el parlamentario que está llamando a todas las agrupaciones “a no hacer distinciones y sacar la voz por sus pares que han sido blanco de ataques, caso contrario con su silencio demuestran que para ellos el término de «trabajador», es para militantes de partidos políticos y bien para aquellos que cumplen determinadas tareas.

Esperando un gesto de parte de las asociaciones y agrupaciones que convocan a los trabajadores, para apoyar a sus pares que han sido víctimas de hechos de violencia”.

Para el congresista es primordial que salgan voces a solidarizar con quienes han sido blanco de actos como los ocurridos en los últimos días y también respaldar a sus familias con una red de apoyo importante, algo que de momento no ha existido.

Pero no se quedó ahí el parlamentario, sino que “al parecer esto demuestra que para colectivos como la CUT, la militancia política y junto a ello el sector productivo al cual pertenezca una persona”, es la que prima para el diputado para elaborar un comunicado responsabilizándolos por esta falta de acción o “solidaridad”.

«El silencio de las agrupaciones de trabajadores llama poderosamente la atención, porque en todas las oportunidades donde hay ataques o bien fallece alguien mientras realiza sus tareas, el mutismo es frecuente, parece que nuestro país es el único donde hay que pertenecer a un partido político o bien trabajar en ciertos rubros para que salgan voces a prestar apoyo, la semana anterior asesinaron a un joven en Cañete y no dijeron nada, en las últimas horas en Lautaro amenazaron a un trabajador y tampoco alzaron la voz».

Al parecer, su lógica indica que los actuales y graves problemas de seguridad en la región y el país, es la falta de apoyo de las organizaciones de los trabajadores hacia las víctimas de hechos violentos, pero no hace ninguna referencia a la responsabilidad del gobierno -como administrador del estado- que a la luz de los niveles de violencia que enfrenta el país, ha sido calificada como un completo fracaso.

El, como parlamentario de un pacto de gobierno, debiera levantar la voz y señalar que su gobierno ha sido muy eficiente en los comunicados, puntos de prensa, acciones de propaganda gubernamental, para responsabilizar a otros lo que debiera ser su primera misión: mantener el país en calma y para ello, tiene el poder y las facultades para enfrentar este grave flagelo.

Con ese criterio, comprendemos que su partido y su gobierno no tienen ninguna responsabilidad en esta materia porque para ello en su comunicado público, no hace ninguna alusión.

“Paz ciudadana”, centro de estudios independiente y sin fines de lucro que diseña, propone, implementa y evalúa políticas públicas en seguridad y justicia para Chile y a quien no se le podría señalar como una fundación “de izquierda”, señala en un informe del año 2021 que en la percepción de temor se mantiene entre los años 2020 y 2021: “2 de cada 10 personas presentan alto temor. Este temor, no obstante, no es homogéneo: Afecta en mayor proporción a personas del sexo femenino, personas que habitan en Santiago, personas con menor Nivel Socio Económico (NSE), y personas que han declarado ser víctimas.

 El 70% de las personas declara haberse puesto de acuerdo con sus vecinos para protegerse de la delincuencia. Adicionalmente, el 90% de las personas tomó al menos una conducta que restringe sus libertades (dejar de salir a ciertas horas; reforzar la seguridad de la vivienda; dejar de ir a ciertos lugares; y dejar de usar artículos de valor en público)”. El temor o su percepción es un indicador del por qué la gente no sale públicamente a señalar lo que el diputado pide a las organizaciones laborales, claramente en un afán de politizar y desviar las responsabilidades de su gobierno en esta materia.

Y Paz ciudadana señala con toda claridad: “Ninguna de las autoridades e instituciones vinculadas a la seguridad ciudadana presenta una mejora en su evaluación respecto del año anterior. En efecto, la mayoría de ellas es reprobada en su actuar. Sólo Policía de Investigaciones (4,2), Alcaldes (4,0) y Gendarmería de Chile (4,0) presentan nota 4,0 o mayor”. ¿Dónde está la falla?


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