Publicado por: Tiempo21 | martes 29 de abril de 2025 | Publicado a las: 20:41
El tinnitus se manifiesta como un zumbido, pitido, silbido u otro tipo de sonido persistente que no proviene de ninguna fuente externa. Solo lo percibe quien lo padece, lo que lo convierte en una condición especialmente solitaria y, muchas veces, incomprendida por el entorno.
Se estima que el 14% de la población adulta mundial sufre de tinnitus en algún grado, y cerca del 2% lo experimenta de forma severa, interfiriendo con el sueño, la concentración e incluso la salud mental. Aunque puede presentarse en cualquier etapa de la vida, es más común en personas mayores, especialmente aquellas que han estado expuestas a ruidos fuertes por periodos prolongados —como músicos, trabajadores industriales o soldados—, aunque también puede aparecer sin causa aparente.
Las causas del tinnitus son variadas. Entre las más frecuentes están la pérdida de audición relacionada con la edad (presbiacusia), la exposición a sonidos intensos, infecciones del oído, acumulación de cera, enfermedades cardiovasculares, desequilibrios hormonales, estrés crónico e incluso el uso prolongado de ciertos medicamentos ototóxicos. En algunos casos, el tinnitus puede ser el síntoma de un problema más complejo, como trastornos neurológicos o traumatismos craneales.
A pesar de su alta prevalencia, el tinnitus no tiene cura definitiva. Sin embargo, existen diversas formas de tratamiento orientadas a aliviar sus síntomas y mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen. Algunas de estas estrategias incluyen terapias sonoras (que ayudan a enmascarar el zumbido), técnicas de relajación, tratamientos psicológicos como la terapia cognitivo-conductual y el uso de audífonos especiales. En muchos casos, un enfoque multidisciplinario puede ofrecer mejores resultados.
En este contexto, la concienciación resulta clave. Muchas personas desconocen qué es el tinnitus o creen erróneamente que se trata de un problema menor. Por eso, es fundamental promover la investigación científica para encontrar mejores tratamientos y, sobre todo, fomentar la prevención. Cuidar la salud auditiva desde edades tempranas, evitar la exposición a ruidos excesivos, usar protección en ambientes ruidosos y mantener hábitos de vida saludables son pasos fundamentales.
Comprensión, empatía y atención médica oportuna pueden marcar la diferencia en la vida de quienes escuchan un ruido constante en medio del silencio.