Publicado por: Karina Pavez | martes 5 de abril de 2016 | Publicado a las: 00:48
Extraer un tumor del cerebro es una tarea harto delicada, y si este no se extirpa de forma adecuada puede traer consecuencias catastróficas, como dañar alguna función cerebral, motriz o de control de algún órgano vital.
Con el objetivo de hacer esta labor más precisa, el ingeniero David Oliva Uribe ha diseñado un ‘bisturí inteligente’ que determina si un área es sana o tumorosa.
La herramienta, que tiene el tamaño de un bisturí, pero con una punta es esférica y de un diámetro menor a un milímetro, está diseñada para ser usado directamente en la sala de operaciones.
El prototipo ya ha sido probado en tumores artificiales y tejido cerebral porcino, donde se han obtenido buenos resultados, demostrando así la viabilidad de entrar a la fase de pruebas con humanos.
El nuevo bisturí cuenta con sensores integrados que en el momento de pasarlo por la superficie avisa al neurocirujano mediante indicadores visuales y/o auditivos sobre el estado del tejido. Los resultados se obtienen en menos de medio segundo, y como consecuencia se ahorra tiempo vital durante la operación.
«A pesar de que las técnicas de escaneo de imagen como la resonancia magnética y el ultrasonido localizan un tumor de manera precisa antes de la operación, durante la apertura craneal y a lo largo del procedimiento quirúrgico hay muchos factores que pueden llevar a la pérdida de esta posición, por ello la resección (remover un tumor) depende de la experiencia y de los sentidos de la vista y el tacto del cirujano”, explica Oliva.
Durante la cirugía, el médico solo tiene dos formas de reconocer los bordes de un tumor; por medio de la observación del microscopio o las herramientas de manipulación del tejido, con las cuales se pierde sensibilidad de textura del cerebro, de ahí la importancia de contar con un instrumento de precisión que tenga mayor sensibilidad que el tacto del cirujano.
Oliva Uribe, expresidente de la Red de Talentos Mexicanos en el Exterior, capítulo Bélgica, explica que el instrumento está diseñado para localizar tumores en fase temprana, momento en que es visible a través de la resonancia magnética pero en la sala de operaciones no, debido a que su característica física es semejante a la del tejido sano, lo que dificulta diferenciarlo.
Durante seis años se ha venido desarrollando este dispositivo, la parte mecánica y de sensores se realizó en la Universidad de Hannover, Alemania, y hospitales especializados en neurocirugía, y el procesamiento digital en la Universidad Libre de Bruselas, Bélgica (VUB).
Oliva Uribe agrega que la tecnología de los sensores puede hacerse miniatura y adaptarse para detectar tumores en otras áreas del cuerpo, como el estómago o intestino, donde es necesario introducir un aparato diminuto llamado endoscopia para evaluar el tejido y extraer el área maligna.
Además, es posible extenderlo en la aplicación de cirugías asistida por robots, porque la tecnología del sensor tiene la calidad para dar autonomía a estos aparatos de teleoperaciones./RT