Publicado por: Tiempo21 | miércoles 10 de diciembre de 2025 | Publicado a las: 10:37
Ambos candidatos presidenciales anunciaron en el debate ANATEL que dejarán sus respectivas colectividades de ser electos, buscando simbolizar un gobierno «por sobre los partidos»; además, abordaron indultos, la Ley de 40 Horas y la controversia del litio.
El debate presidencial organizado por la Asociación Nacional de Televisión (ANATEL) se centró en la gobernabilidad, llevando a los dos contendores a hacer anuncios relevantes sobre su relación con sus respectivos partidos. Tanto José Antonio Kast (Partido Republicano) como Jeannette Jara (Partido Comunista) confirmaron que renunciarán a sus colectividades si resultan electos en la segunda vuelta.
La decisión busca reflejar una postura de unidad nacional y un gobierno que se sitúe por encima de las trincheras políticas, un gesto simbólico que ya fue realizado por expresidentes como Patricio Aylwin y Sebastián Piñera.
Kast, al alinearse con la postura de Jara, enfatizó que «no tiene ninguna relevancia ser o no ser militante» y que, de ser presidente, representará a «Chile entero». Este anuncio se da en un contexto donde el Partido Republicano ha experimentado una rápida consolidación, y su eventual desvinculación busca suavizar la imagen de extrema derecha ante un electorado más centrista.
Durante el debate, el candidato republicano fue interpelado por sus fuertes críticas al gobierno del expresidente Sebastián Piñera en 2021, al que llegó a calificar como el «peor» desde la transición, en medio de la discusión constitucional.
Kast respondió que sus palabras deben verse en el «contexto histórico» de la discusión constitucional de ese momento. Sin embargo, aseguró que esas críticas y su visión negativa de Chile Vamos están «absolutamente» en el pasado, enfatizando que ambas fuerzas han terminado trabajando juntas en los procesos recientes.
El bloque más álgido de la noche giró en torno a los indultos y la probidad, luego de la controversia generada por una propuesta parlamentaria del Partido Republicano.
Kast contraatacó a Jara criticando los indultos otorgados durante la actual administración y enrostró al PC haber recibido financiamiento del régimen de Hugo Chávez a través de la Universidad ARCIS.
La candidata oficialista interpeló duramente a Kast por la Ley de 40 Horas, citando su programa que propone «suspenderla» en pymes.
Ante el emplazamiento directo, Kast hizo una concesión o cambio de discurso significativo: «No vamos a tocar las 40 horas», asegurando que no se quitarán derechos adquiridos, sino que se buscará mejorar el entorno laboral para los trabajadores.
Jara replicó que esta postura lo obligará a «cambiar su programa».
Respecto a la propuesta de cambiar la indemnización por años de servicio a un ahorro a todo evento, Kast aclaró que su iniciativa solo aplicaría hacia el futuro y no innovaría en los contratos actuales, buscando dar mayor libertad al trabajador para llevarse sus ahorros al cambiar de empleo.
La tensión se extendió a la política exterior, donde Kast defendió su advertencia pública al presidente venezolano Nicolás Maduro de que le quedaban pocos días en el poder (92 días al momento del debate).
Kast explicó que esto es una estrategia para «ponerle presión» al régimen y anunciar un cambio de actitud de Chile en organismos internacionales como la OEA y la ONU. Por su parte, Jara, si bien condenó a Maduro y reconoció el fraude electoral, le pidió a Kast «admitir que se equivocó» en su cuña y que no busque meter a Chile en un «conflicto internacional».
Finalmente, Kast debió defender su uso de vidrio blindado en actos públicos, luego de que Jara lo criticara por «esconderse». El republicano descartó burlarse de las medidas de seguridad y recordó agresiones sufridas en Arica y Temuco. Cuestionó por qué Jara no critica el uso de chalecos antibalas por parte de la alcaldesa Claudia Pizarro (DC) de La Pintana, sugiriendo que la medida se justifica por la amenaza del crimen organizado.
El debate se cerró con una pugna sobre desarrollo vs. ciencia en el norte: