Publicado por: Claudio Nuñez | miércoles 29 de octubre de 2025 | Publicado a las: 19:37
Los resultados del último estudio de No Chat confirman una realidad preocupante: el 30% de los automovilistas en la Región Metropolitana manipula su celular mientras espera la luz verde. La investigación, la más grande que se ha realizado en Chile y que observó a más de 12 mil conductores, muestra que la conducción distraída continúa siendo una práctica extendida y normalizada. Aunque la cifra representa una leve disminución respecto a mediciones anteriores, el problema persiste con la misma gravedad.
La manipulación del teléfono en semáforos no es un gesto inocente. Estudios internacionales demuestran que quien revisa el celular detenido, tiende a seguir distraído cuando el vehículo vuelve a moverse. Ese segundo de desconexión puede marcar la diferencia entre llegar a destino o provocar un siniestro. No se trata solo de infracciones: se trata de vidas que dependen de decisiones cotidianas al volante.
La distracción al conducir atraviesa todas las edades, géneros y tipos de vehículo. Los datos de este estudio confirman que la práctica está instalada tanto en autos particulares como en taxis y aplicaciones de transporte. La aparente “costumbre” de mirar el celular mientras se conduce es, en realidad, la primera causa de siniestros viales y la segunda con más muertes en el tránsito. Lo más alarmante es que muchas personas ni siquiera la perciben como peligrosa, pese a las advertencias.
Lo advertimos con claridad: mientras no exista una fiscalización efectiva y automatizada, la Ley No Chat seguirá siendo una herramienta incompleta. Desde su implementación, se han cursado más de 70 mil infracciones, lo que demuestra que el problema está lejos de resolverse. Carabineros realiza actualmente un trabajo valioso, pero insuficiente frente a la magnitud del problema. Se necesita con urgencia implementar el sistema de cámaras de la Ley CATI, capaz de detectar y sancionar el uso del celular en luz roja.
Además, sin una campaña sostenida por parte de las autoridades que evidencie el riesgo vial asociado al uso del celular al conducir, se dificulta la comprensión y el cumplimiento de la ley. Desde No Chat desarrollamos campañas permanentes de educación y concientización, pero la cobertura que podría alcanzar una iniciativa nacional impulsada por CONASET o el Ministerio de Transportes sería determinante para cambiar conductas.
Los avances normativos no bastan si la cultura vial no cambia. La distracción al volante no es solo una falta de atención: es una renuncia a la responsabilidad que implica conducir. El desafío es social y colectivo, y requiere del compromiso de todos los actores del sistema de movilidad, desde las autoridades hasta los propios conductores.
Reiteramos -y lo seguiremos haciendo- nuestro llamado a no normalizar lo inaceptable. Cada vez que alguien toma el celular mientras conduce, pone en riesgo su vida y la de los demás. Combatir la distracción no es solo una meta técnica o legal: es una cuestión de empatía, de respeto y de compromiso con una movilidad segura real.