Publicado por: Tiempo21 | martes 25 de noviembre de 2025 | Publicado a las: 16:04
El Supremo Tribunal Federal declaró firme la sentencia de 27 años contra Jair Bolsonaro, quien ya se encontraba detenido, y rechazó nuevas apelaciones de su defensa.
Brasil entró este martes en un nuevo punto de inflexión político. El Supremo Tribunal Federal (STF) ordenó el inicio del cumplimiento de la condena de 27 años de cárcel contra el expresidente Jair Bolsonaro, sentenciado por intentar desconocer las elecciones de 2022 que dieron la victoria a Luiz Inácio Lula da Silva.
Bolsonaro ya estaba detenido de manera preventiva en la Superintendencia de la Policía Federal en Brasilia tras haber sido sorprendido manipulando la tobillera electrónica que monitoreaba sus movimientos. Según el tribunal, la acción constituyó un intento de fuga.
La resolución del STF se activó luego de que la defensa del exmandatario desistiera de presentar nuevos recursos. Con ello, el proceso quedó cerrado y la sentencia se volvió ejecutoriada.
La decisión marca un precedente histórico: es la primera vez que un expresidente electo democráticamente comienza a cumplir una condena de este tipo en Brasil.
Horas antes de conocerse la orden del Supremo, el senador Flávio Bolsonaro, hijo del exmandatario, reveló que su padre pidió al Congreso acelerar la votación de un proyecto de amnistía para los condenados por golpismo, incluido él mismo.
“Es una petición directa suya”, afirmó el parlamentario, asegurando que el Partido Liberal (PL) cuenta con los votos para aprobar la medida si es puesta en tabla.
El proyecto fue presentado hace dos meses, pero no ha avanzado debido a tensiones internas en el Parlamento.
La decisión del STF también activa las condenas contra otros implicados en el intento de impedir la investidura de Lula:
Estos fallos consolidan la línea dura del Supremo contra la estructura civil y política que apoyó la insurrección del 8 de enero de 2023.
El hijo del expresidente, Carlos Bolsonaro, afirmó que su padre estaría sufriendo “torturas” y “privaciones” en prisión. También alertó sobre una crisis de hipo que podría derivar en complicaciones respiratorias.
Flávio Bolsonaro agregó que el expresidente requiere una dieta especial por cirugías intestinales previas y responsabilizó a los jueces del STF por cualquier deterioro de su salud.
La prisión efectiva de Bolsonaro abre un capítulo de alta tensión en el país. Mientras el Gobierno de Lula busca estabilidad institucional, la oposición radical se reorganiza en torno al discurso de amnistía.
Para la región, el caso se convierte en un punto de referencia sobre la capacidad de las democracias latinoamericanas para enfrentar intentos de ruptura institucional.