La institución advierte que la estructura ferroviaria no es una pasarela pública. Alertan que el flujo de «curiosos» dificulta los operativos de prevención del suicidio y seguridad ferroviaria en el monumento nacional.

Alerta de seguridad: El Viaducto Malleco no es zona de tránsito

Carabineros de la Comisaría de Collipulli lanzó un enérgico llamado a la comunidad para cesar el uso del Viaducto Malleco como vía peatonal. Lo que muchos consideran un mirador o un paso directo, es en realidad una zona técnica de alto riesgo y acceso estrictamente prohibido. Según el mayor Héctor Ibarra Suárez, la pasarela lateral está diseñada exclusivamente para mantenimiento de la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE), y el ingreso de civiles constituye una infracción legal.

La urgencia del llamado radica en las trágicas estadísticas de este 2025: la institución reportó tres hallazgos de cadáveres por caída de altura y tres intervenciones exitosas de Carabineros que evitaron intentos de suicidio en lo que va del año.

Salud mental y dificultades operativas

El tránsito de peatones genera un «ruido» operativo crítico para la policía. Cuando civiles caminan por la estructura, los funcionarios pierden tiempo valioso intentando distinguir entre un transeúnte y una persona en crisis, lo que retrasa la activación de protocolos de emergencia que salvan vidas. «No permitiremos que este hito arquitectónico siga siendo escenario de tragedias evitables», enfatizó el oficial Ibarra.

A la preocupación policial se sumó el concejal Víctor Díaz, quien calificó la situación como crítica no solo para el viaducto ferroviario, sino también para el puente carretero aledaño. Díaz denunció que, además del riesgo de decesos, la estructura sufre constantes actos de vandalismo y destrucción.

Propuesta de «Guardapuentes»: El regreso de la vigilancia

Ante la falta de señalética efectiva —tras la desaparición de antiguas placas que advertían el peligro— surge la propuesta de retomar figuras de vigilancia histórica. Tanto Carabineros como autoridades locales sugieren la reinstalación de «guardapuentes» en ambos accesos, una medida que existió hasta la década de los 80 con garitas de control permanente.

Hoy, la comunidad es llamada a la conciencia: el viaducto, inaugurado en 1890 como una proeza de la ingeniería, no posee medidas de seguridad para civiles. Carabineros instó a los vecinos a reportar cualquier presencia irregular en la vía de inmediato al 133.