Publicado por: Tiempo21 | jueves 16 de octubre de 2025 | Publicado a las: 17:36
Tras un intenso debate en el Senado, Uruguay legaliza la muerte asistida para personas con enfermedades terminales o sufrimiento intolerable. La medida abre un precedente histórico en la región.
En una histórica sesión legislativa, el Senado uruguayo aprobó la ley de eutanasia, conocida como Muerte Digna, convirtiendo al país en el primero de América Latina en regular legalmente la muerte asistida. La votación terminó con 20 legisladores a favor y 11 en contra, tras un debate que se extendió por más de diez horas.
El proyecto permitirá que adultos mentalmente competentes, en etapa terminal de una enfermedad incurable o que padezcan un sufrimiento insoportable, puedan optar por recibir asistencia médica para morir dignamente. La práctica deberá ser realizada exclusivamente por profesionales de la salud.
“Transcurrir con dignidad el proceso final de la vida, cursando una enfermedad intratable, incurable, irreversible, con sufrimiento insoportable y con grave y progresivo deterioro de la calidad de vida no es un delito”, destacó el senador Daniel Borbonet, del Frente Amplio, impulsor de la iniciativa.
El debate sobre la eutanasia en Uruguay se prolongó por cinco años, durante los cuales distintos sectores del país mostraron opiniones divididas. Mientras grupos conservadores y la Iglesia católica rechazaban la ley, la coalición progresista del Frente Amplio, junto a algunos legisladores del Partido Colorado y del Partido Nacional, dieron su respaldo.
La aprobación de esta ley también refleja la creciente aceptación ciudadana: según la consultora Cifra, un 62% de los uruguayos estaba a favor de la eutanasia antes de la votación.
Aunque Uruguay es el primer país en aprobar la eutanasia por ley, otros países latinoamericanos han avanzado en la despenalización mediante fallos judiciales:
A nivel global, países como Estados Unidos, Canadá y varias naciones europeas ya regulan la muerte asistida bajo distintas condiciones.
La aprobación de la ley uruguaya abre un debate ético y social sobre los derechos del paciente, la libertad de elección y el rol de los profesionales de la salud. Organizaciones de derechos humanos y asociaciones médicas destacan que esta regulación puede garantizar un proceso seguro y controlado para quienes enfrentan enfermedades terminales o sufrimiento intolerable.
“Es un paso histórico que asegura el respeto a la autonomía de las personas y les permite decidir sobre su propio final de vida”, señaló Florencia Salgueiro, activista a favor de la muerte asistida, visiblemente emocionada durante la sesión legislativa.