Ucrania intensifica su ofensiva contra la infraestructura energética rusa, afectando refinerías en Saratov y Krasnodar, así como depósitos estratégicos en Lugansk, en un intento de debilitar la base material del Ejército ruso.

Kiev / Rusia.– Las Fuerzas Armadas de Ucrania realizaron este 3 de noviembre una serie de ataques dirigidos contra instalaciones estratégicas de refinerías y logística militar rusa, incluyendo las plantas de Saratov y Tuapse (Krasnodar), y depósitos en zonas temporalmente ocupadas de Lugansk, informó el Estado Mayor General ucraniano.

“Estas operaciones buscan reducir la capacidad de abastecimiento y limitar los recursos energéticos utilizados en la ofensiva rusa contra Ucrania”, afirmó un portavoz militar ucraniano.

Daños en refinerías y terminales portuarias

En la refinería de Saratov, los ataques provocaron incendios en las unidades de refinación ELOU AVT-6, consideradas críticas para el suministro de combustible a las fuerzas armadas de Moscú. La planta, una de las más antiguas de Rusia, procesaba 4,8 millones de toneladas de crudo en 2023.

Simultáneamente, en Tuapse, en Krasnodar Krai, las Fuerzas Ucranianas impactaron la infraestructura de carga petrolera del puerto marítimo comercial, afectando edificios y el casco de una embarcación, según reportes regionales rusos.

Ataques en Lugansk y objetivos logísticos

En Lugansk, unidades ucranianas destruyeron un depósito de suministros en Rozkishne y material de combustible en Dovzhansk, parte de la estrategia para debilitar la capacidad operativa de Rusia en territorio ocupado.

El portavoz de la Marina ucraniana, Dmytro Pletenchuk, señaló que los ataques “tendrán consecuencias a largo plazo para Rusia”, al afectar la logística marítima y elevar primas de seguro para navieras que operan en la zona.

Estrategia ucraniana y perspectiva militar

El Estado Mayor General confirmó que no se reportaron víctimas humanas, pero los daños materiales son significativos. Ucrania busca con esta ofensiva afectar tanto la base industrial-militar como la financiación bélica de Moscú, debilitando su capacidad de mantener operaciones en territorio ucraniano.

“Los ataques continuarán mientras existan recursos para sostener la agresión rusa”, concluyó un vocero militar.