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Opinión

Resultado y expectativas de la función de seguridad

Publicado por: Claudio Nuñez | domingo 13 de marzo de 2022 | Publicado a las: 10:56

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“La mejor iniciativa esperada nunca llegó en la macrozona sur y en subsidio se implementó el estado de excepción constitucional de emergencia, al que muchos se opusieron y consideraron peligrosa la supuesta militarización de la región. ¿Sirvió de algo esta medida? Los hechos demuestran lo contrario, aumentaron las muertes y ataques incendiarios”.

Escribe: Jorge A. Aguirre Hrepic, Profesor de Estado, Consultor en Inseguridad, Criminalista-Criminólogo.

El inexorable paso del tiempo es inevitable a toda costa, y no hay deuda que no se pague ni plazo que no se cumpla. Porque hay deudas que no se pagan por diferentes motivos.

Esta contradicción respecto a las deudas, independiente de su naturaleza, pueden prescribir no existiendo para ellas las acciones para su cobro.

Sin embargo, las deudas contraídas por ofrecimientos previos de acuerdos difundidos y luego no ejecutados por una mala gestión, no se cobran nunca y generalmente son olvidadas.

Esto ha ocurrido permanentemente con los ofrecimientos, propuestas y programas de gobiernos entre otros, de no pocos presidentes de la República, respecto de los hechos graves que suceden en la región de La Araucanía.

Los hechos graves son pérdidas de vidas, de patrimonio, de bienes públicos y privados, de estado de derecho, de vidas enteras de trabajo abnegado y la pérdida vital de la tranquilidad ciudadana.

Los resultados de la gestión en materias inherentes a la seguridad pública, ciudadana y humana, han sido generalmente desastrosos.

Los efectos de la pésima gestión están a la vista y no merecen mayores análisis, puesto que la falta de voluntad política por resolverlos o mitigarlos ha sido la tónica de siempre.

Los daños colaterales son incontables, pese a que muchos no han sido denunciados, otros mal investigados, la mayoría sin reparación y un gran número inentendible cuando han sido víctimas inocentes los principales actores y sujetos pasivos de los delitos.

Las iniciativas siempre cubiertas por los medios de comunicación, no han sido evaluadas convenientemente y por el contrario, ha existido justificación para todo, especialmente a la hora de asumir responsabilidades políticas. Deuda no pagada, incrementándose el monto de la misma. Los intereses ya no pueden ser absorbidos.

La mejor iniciativa esperada nunca llegó y en subsidio se implementó el estado de excepción constitucional de emergencia, al que muchos se opusieron y consideraron peligrosa la supuesta militarización de la región.

¿Sirvió de algo esta medida?

Los hechos demuestran lo contrario, aumentaron las muertes y ataques incendiarios.

Los que ayer reclamaban hoy no hacen ningún comentario, porque saben la verdad de la situación y se burlan de tanto despliegue de medios y recurso humano. Evidenciándose el dicho popular, solo fue para la “Tele”.

Debemos pasar ahora a las expectativas de lo que viene, cuando el nuevo gobierno señaló que retirará las unidades militares de la macro zona sur, lo que, en definitiva, no significa que no se vuelva a implementar bajo otra fisonomía, el tiempo lo dirá. 

Recientemente, el gobierno que asume anunció el retiro de 139 querellas por ley de seguridad interior que afecta a personas detenidas por delitos cometidos en el marco de la sublevación nacional o desórdenes o como se le quiera llamar, total estamos llenos de eufemismos para nombrar de otras formas a los delitos e incivilidades.

Para entender y comprender las expectativas, que son muchas, necesariamente se debe observar los indicadores de las nuevas propuestas que surjan a través del “diálogo”, como si antes nunca se hubiera dialogado, ni parlamentado ni negociado, a través de “mesas especiales” o mediante un café en lúgubres oficinas o bancos de plaza.

Parece que todo lo que viene es nuevo, como si el pasado no existiera, por ello hay que dejar que el tiempo pase, transite libremente y verificar como en el camino se arregla la carga, no queda otra.

El planeamiento hoy está desprestigiado por la propia mala gestión, por eso hay que confiar en los esquemas de amiguismo político y contactos subterráneos para evitar un mal mayor y prevenir la continuidad de actos terroristas, sueños de jóvenes idealistas y reivindicación de lo que sea.

Las futuras víctimas, hoy expectantes actores, solo quieren que se solucionen los problemas y nunca deban conocer el terror en carne propia, las antiguas víctimas con las expectativas de no ser nuevamente afectados y los que no se dan cuenta de lo que pasa, no se generan expectativas de nada, salvo que les ocurra algo más adelante.

En definitiva, solo resta tener fe y optimismo, que toda escoba nueva barre bien, al menos por un tiempo, hasta que pierde su vida útil, por lo tanto, todos debemos pedir, que la nueva gestión política en seguridad pública, para La Araucanía y Chile, sea menos mala que la anterior y ya con eso, estaríamos avanzado.


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