Publicado por: Claudio Nuñez | viernes 20 de junio de 2025 | Publicado a las: 10:16
Cada solsticio de invierno, Chile conmemora el Día Nacional de los Pueblos Originarios, una fecha que reconoce la profundidad espiritual y cultural de los pueblos indígenas que han habitado este territorio por milenios. Es también una oportunidad para visibilizar a quienes, desde sus comunidades, sostienen y revitalizan ese legado en el presente.
Cuatro mujeres, provenientes de distintos pueblos y disciplinas, encarnan esa continuidad viva. Son educadoras, artesanas, emprendedoras y lideresas que han hecho de su oficio un acto de resistencia cultural y de construcción colectiva.
Asimismo, forman parte del Programa Originarias, una iniciativa de ONU Mujeres que promueve el liderazgo, la autonomía económica y el ejercicio de derechos de mujeres indígenas . A través de procesos formativos, redes de colaboración y acompañamiento técnico, Originarias impulsa la valorización de los saberes ancestrales y reconoce a las mujeres como pilares de la sostenibilidad social y cultural.
Luisa del Carmen Quechupan
Educadora intercultural y fundadora de la cooperativa Kuifi Yegen (“Renacer del pasado”), a través de diversas manifestaciones, como el telar, Luisa ha dedicado su vida a transmitir la cosmovisión mapuche a las nuevas generaciones. En su visión “el telar, más que una técnica artesanal, es una forma de escritura ancestral; un símbolo profundo de la identidad mapuche que ha perdurado por siglos”.
María Eliana Jofré
Apicultora del desierto de Atacama e integrante del comité ejecutivo del Centro Originarias, María Eliana luce su herencia aymara a través de la producción de miel que fusiona prácticas ecológicas con el respeto por la madre tierra. “Desde el corazón del desierto, nuestra miel une saberes ancestrales e innovación ecológica. Es un acto de cuidado con la Pachamama”.
Mónica Thompson
Artesana orfebre y ceramista, Mónica participa del Programa Originarias con una propuesta centrada en la transmisión cultural a través de la creación manual. Su obra honra el territorio diagüita y el rol histórico de las mujeres como tejedoras de memoria. “Las manos de las mujeres indígenas tejen memoria y territorio. Cada pieza es historia trabajada con intención y respeto”.
Esmeralda Ramos
Facilitadora del Programa Originarias y fundadora de una agrupación cultural de oficios ancestrales en San Pedro de Atacama, a través de su herencia lickanantay, Esmeralda impulsa el empoderamiento de las mujeres desde sus propias raíces. “Sueño con que cada mujer se reconozca valiosa y poderosa, sostenida por la fuerza de sus ancestras. Que recordemos lo que somos: raíz, comunidad y sabiduría viva”.