Publicado por: Tiempo21 | viernes 5 de diciembre de 2025 | Publicado a las: 08:00
El primer ministro Narendra Modi recibe al líder ruso para concretar la venta de cazas y misiles, mientras Moscú busca asegurar el vital flujo de crudo que le permite a India sortear las sanciones occidentales.
La capital india, Nueva Delhi, se convirtió esta semana en el epicentro de un tenso equilibrio geopolítico con la llegada del presidente ruso Vladimir Putin para reunirse con el primer ministro Narendra Modi. Este encuentro es el primero de Putin en India desde el inicio de la invasión a gran escala de Ucrania en 2022 y tiene como principal objetivo consolidar acuerdos comerciales y la venta de armamento ruso.
La visita ha puesto a prueba los «malabarismos diplomáticos» de Modi, quien históricamente ha mantenido una postura de «no alineación», buscando equilibrar sus relaciones estratégicas con su tradicional proveedor de armas, Moscú, y su creciente socio comercial y de seguridad, Washington.
El eje central de la cumbre bilateral es asegurar la cooperación económica y militar, vital para ambos países:
Respecto a la venta de submarinos, el Gobierno de Modi ha desmentido un «nuevo acuerdo» reportado por Bloomberg, aclarando que se trata de la continuidad de un contrato de arrendamiento existente desde 2019, cuya entrega está programada para 2028 con fines de entrenamiento.
El acercamiento entre Moscú y Nueva Delhi ocurre bajo la atenta mirada de Washington. El presidente estadounidense, Donald Trump, ha presionado fuertemente a India con aranceles adicionales sobre productos indios, acusando a Modi de ignorar la guerra en Ucrania y financiar la maquinaria bélica rusa.
Funcionarios indios han defendido consistentemente sus compras de crudo, argumentando que están ligadas a la necesidad energética de su vasta población. Por su parte, Putin, en una entrevista previa a su viaje, manifestó que Rusia se apoderará de las regiones del Donbás, del sur y del este de Ucrania, de una forma u otra, ratificando su intención de no ceder en el conflicto.
La postura histórica de India ha sido la de abstenerse de condenar acciones rusas en la esfera internacional, como ocurrió en 2014 con la anexión de Crimea y en 2022 con la invasión de Ucrania, lo que subraya la solidez de los vínculos iniciados tras su independencia en 1947, cuando la Unión Soviética apoyó su desarrollo industrial y militar.