Por: Carlos Inostroza Carrasco

Periodista Patrimonial

Esta estación corresponde a una de las más longevas de la Araucanía, fue la primera en ejecutarse  cuando definitivamente se incorporó este territorio al resto del país.

Para ello se creó una gran explanada que pretendía ser una de las principales avenidas de la ciudad. Debido a su emplazamiento es la única donde la línea férrea pasa por su costado longitudinal, lo que daba cuenta del incesante movimiento generado hace más de un siglo cuando era el punto de partida del naciente tren de la Frontera.

La ciudad de Collipulli fue fundada como un fuerte militar el  22 de noviembre de 1867, del cual hoy no quedan huellas. Se encontraba protegido por fosos y estacas de madera, y era apoyado por una serie de puentes que se encontraban tendidos sobre el río Malleco y sus afluentes.

En tanto, en la historia de Collipulli también marca un hito la construcción del Viaducto del Malleco y su inauguración oficial el 26 de octubre de 1890 por parte del entonces Presidente de la República, Manuel Balmaceda. Desde esa fecha Collipulli y la Región contaron con una rápida y efectiva vía de transporte para el comercio.

En ese sentido, la estación de Collipulli responde a la necesidad de establecer orden y jerarquía en el espacio urbano. El arquitecto e historiador, Cristián Rodriguez, menciona que la estación se destaca por su volumen de albañilería y su simetría. Además de la organización espacial rectangular que permite albergar espacios importantes para la sala de espera y la sala de equipaje.

Con respecto de su entorno, Rodriguez menciona que logra darle jerarquía  al espacio urbano, conformado por volúmenes que cobijan las viviendas de trabajadores y bodegas, sumado a ello el tratamiento de la simetría donde destacan elementos clásicos como el arco.