Publicado por: Tiempo21 | sábado 7 de junio de 2025 | Publicado a las: 13:39
En la Moneda No Se Ve el Chile Real indico Jorge Luchsinger Mackay pre- candidato a Senador por la Araucania.
En la moneda se nos hace creer que el Chile real no es el que vive la ciudadanía, sino el que nos tratan de convencer que es, aquel que nos muestran a través de estudios, mensajes, estadísticas y cuentos bastante manipulados, indico el pre-candidato al Senado Jorge Andres Luchsinger Mackay
Hoy, desde la moneda, se mira un Chile que para muchos no existe. Un país que parece sacado de una postal europea: ordenado, moderno, con inversiones en infraestructura, concesiones y grandes cifras de inversión pública. Pero ese no es el Chile que vemos desde La Araucanía, ni el que enfrentamos quienes vivimos en comunas rurales, donde los caminos muchas veces intransitables frustran la esperanza, y la violencia ha dejado de ser noticia para volverse rutina.
Mientras el Presidente anuncia con entusiasmo que seremos el primer país de América Latina con metro al aeropuerto, en mi región los vecinos viven con miedo, encerrados por la delincuencia, el abigeato y los incendios intencionales, entre otros muchos. En el campo, ya ni se duerme tranquilo: el robo ha dejado de ser un hecho aislado y se ha vuelto un negocio criminal que, en caso de resistencia del propietario, sigue la agresión y muchas veces el asesinato. El mundo rural ha sido abandonado por un Estado que parece más preocupado de los símbolos metropolitanos que de la seguridad y el desarrollo real del país.
El valor del orden, tan necesario hoy, ha sido relegado por la ideologización de la política. ¿De qué sirve hablar de justicia social si no podemos garantizar lo más básico: que la gente viva sin miedo? La libertad no existe donde reina la inseguridad, y el progreso no puede florecer en tierras abandonadas.
Se nos habla de progreso, pero ¿qué tipo de progreso es ese que deja a miles esperando por un tratamiento médico, o que remata bienes por no pagar contribuciones incrementadas, mediante un mecanismo ya cuestionado? Hoy Chile dejó de liderar en América Latina. Perdimos el rumbo. En lugar de apostar por nuestros sectores estratégicos —la minería, la energía, la reconversión agrícola, el turismo local— seguimos repitiendo las mismas recetas que no funcionan. No se habló del emprendimiento rural, ni del fortalecimiento de los matrimonios jóvenes para acceder a su primera vivienda, ni de crear condiciones reales para que los jóvenes puedan innovar. El Gobierno no mencionó una sola palabra sobre potenciar La Araucanía como polo de desarrollo. En la práctica solo cambiaron un Plan Impulso, por un Plan Buen Vivir…son unos genios para dilatar los problemas de nuestra región.
La libertad, por su parte, está secuestrada. Secuestrada por la burocracia, por la delincuencia y por un aparato estatal que se ha especializado más en fiscalizar que en apoyar. Es fácil hablar de derechos sociales desde un escritorio en Santiago, pero muy difícil es vivir en carne propia el abandono de un sistema de salud colapsado, donde las listas de espera son más largas que la esperanza.
El Estado debe ser garante del bienestar, no un agente de presión fiscal.
¿Dónde está el tan prometido modelo de bienestar?
Chile necesita volver a mirar desde abajo, desde la tierra que pisa su gente. Requiere políticas de desarrollo reales, no titulares. Necesitamos seguridad, oportunidades, y que se escuche a quienes viven fuera del radio urbano de Santiago. Necesitamos un país que deje de pensar en metros de concreto y empiece a pavimentar caminos de dignidad.
Porque mientras sigamos gobernando desde las alturas del centralismo, seguiremos sin ver el verdadero país: ese que no se ve desde el moneda, pero que se siente todos los días en La Araucanía y en cada rincón de chile que aún espera justicia, desarrollo, libertad, orden y seguridad.