domingo | 28 de abril | 2024

inicio Opinión El imperio contra ataca
Opinión

El imperio contra ataca

Publicado por: Claudio Nuñez | domingo 8 de agosto de 2021 | Publicado a las: 12:06

Compartir esta noticia

“Olvidemos las teorías conspirativas, como la del covid 19, olvidemos las armas biológicas, hagámonos los tontos, con los ejemplos del pasado, pero no podemos dejar de pensar en qué forma podemos dejar hipotecadas a las nuevas generaciones de chilenos”.

Escribe: Jorge A. Aguirre Hrepic, Profesor de Estado, consultor en Inseguridad, Criminalista-Criminólogo.

Existen varias civilizaciones antiguas en el mundo, algunas milenarias, que se destacan por lo  floreciente, por los aportes a la humanidad, por sus descubrimientos, creaciones, artes, guerras, invasiones, derrotas, auge y decadencia. 

Estas civilizaciones, -aunque no todas- se constituyeron como imperios a través de dinastías que gobernaron y dirigieron por siglos sus destinos.

Una de estas civilizaciones, que ha tenido de todo, indiscutiblemente es “China”, a secas.

Es pertinente señalar que remontarse a 5.000 años antes de cristo, a partir de los registros pictográficos que existen, no es cualquier cosa, menos cuando se puede hacer alarde verificable de los grandes aportes a través de evidencias irrefutables, mediante  las dinastías Shuang, Zhou, Chin, Lin y Han. Entre otras.

Cada aporte en su tiempo, fue transformando a este país, que la gente cataloga como los copiones o plagiadores del mundo, donde se reproduce en la actualidad cualquier idea, a bajo costo, en grandes cantidades y de expansión masiva.

Los  llamados Mall Chinos, están regados por todas partes y hasta los más críticos al respecto concurren a comprar.

En honor a la verdad, estos denominados plagiadores fueron los  que crearon la pólvora, su propia escritura ideográfica, descubrieron y trabajaron exquisitamente la seda, estudiaron los climas, el equilibrio de la naturaleza, aprovecharon los astros para crear calendarios, construyeron una gran muralla protectora, crearon su propia moneda, optimizaron la función del mercader a través de la Ruta de La Seda. En fin, múltiples actividades y funciones que destacar.

Como no todo lo que brilla es oro, hay que recordar que para unir a China bajo un solo imperio, hubo grandes y largas guerras civiles, hasta que consolidaron una forma de vida concentrada en un solo reino. Esto les permitió grandes avances en todo sentido, como también grandes brechas sociales que lamentar. Les suena algo parecido?

A grandes rasgos este inmenso país, dividido esta vez solo por el rio Amarillo, poco a poco se fue transformando en una potencia en sus diferentes épocas, solo debilitadas por funcionarios públicos mediocres y corruptos de vez en cuando, lo que permitió permear sus fronteras y sufrir invasiones incluso de otras naciones, menos elaboradas tecnológicamente.

Las extensiones de terrenos son tan grandes que la vida citadina versus la vida rural, marcó diferentes senderos. Asimismo, cuesta sostener los imperios cuando hay problemas de sucesión en el sentido práctico de la inteligencia humana,  que no calza con la herencia sanguínea.

Por lo tanto este imperio más allá de lo feudal, decayó enormemente, cuando se entrelazó con otras potencias occidentales, surgiendo sentimientos nacionalistas muy conflictivos y razonables, forzando los cambios para los cuales no estaban preparados. En definitiva  ¿qué país lo habría estado en igualdad de condiciones

Luego, vienen las guerras junto con el siglo XX, y la debacle es mayor, especialmente con los intentos de llevar a una China Imperial aristocrática a una China republicana, más liberal, más occidental.

Independiente de que la historia de China es riquísima en antecedentes y hechos notables, también debemos prescindir del Confucionismo, Taoísmo y Budismo, solo para dar paso al hecho principal de la causa, ¿en que esta China ahora?

Para entender de forma simple, en el periodo post 2da. Guerra mundial, este país asiático, se dividió en dos, quedando una República Popular China de orientación comunista, pro soviética en sus inicios y una China Nacionalista que desde la isla de Formosa, todos conocimos posteriormente como Taiwán, de corte capitalista.

Sobre Hong Kong, importante provincia, ni hablar, estuvo por años en manos del Reino Unido y ahora de vuelta en manos de China comunista, pero funcionando como China capitalista.

No es raro, pensar que existe una contradicción en lo que sucede con China, que algunos no entienden y otros no quieren entender -felices los chinos- ya que disipan esta confusión en aras a crear un ambiente de control sin precedentes, como si fueran un nuevo imperio, pero esta vez basado más en la economía que en la política, aunque con matices fuertemente geo-estratégicos.

Un país, dos sistemas, ha dado dividendos insospechados. En lo ideológico, el Comunismo Chino, hace rato tiene pantalones largos y desconoce abiertamente la paternidad soviética, en lo económico es el país con más millonarios del mundo y tiene hasta trillonarios. Así de simple.

De la legislación laboral ni hablar, de democracia como la conocemos, tampoco entenderíamos, y de la obligada ambición por avanzar y satisfacer las necesidades de miles de millones habitantes, ahí radican sus acciones futuras.

China, hace rato ingresó en una carrera donde impone sus propias reglas y estas no son refutadas por nadie, es más son entendidas y aceptadas ambiguamente, por muchos países y organismos, que obnubilados, han asumido el expansionismo imperialista chino, pero esta vez desde la arista politológica sin reservas.

La creciente estrategia de Pekín o Beijín (capital de China comunista), es de una fuerte corriente de control geopolítico, denominada “Collar de perlas Chino”, combinando puertos militares y comerciales desde el Océano Pacifico, Indico, Mar Arábico, Mediterráneo, creando una nueva ruta de una seda más especial esta vez,  el dominio marítimo completo, sorprendiendo a sus competidores y a los mercados, vendiendo sus productos y comprando las materias primas, para incrementar su economía. Asimismo, llegó a África hace rato, saltó a América del Sur, con su base estratégica en Argentina y por supuesto su objetivo sin secretos, Chile.

Aquí, está el punto de inflexión, ingresó a nuestro país de muchas formas, empezando con los productos de toda índole, luego en la minería del cobre y litio, en la pesca de alta mar, en la energía eléctrica, en infraestructura vial, en salud a través de sus vacunas, en acuerdos comerciales nunca antes visto.

Pronto seguirán otras vertientes, hasta requerir un terreno amplísimo con supuesta soberanía, para instalarse como en otros países.

El tema en cuestión, es preocupante, no por el factor económico solamente, sino que, China, posee la capacidad e intención de proteger a toda costa sus intereses- lo que es legítimo- sin embargo, no existiría oposición de ninguna especie para el sometimiento del país a sus caprichos, puesto que la clase dirigente está convencida de esta maniobra.

No debiera afectar el intercambio comercial, siempre y cuando haya reciprocidad. La mayoría de los exportadores chilenos con visión de corto plazo, están felices, cuando en lo individual les va muy bien, pero que pasa en el aspecto colectivo país. ¿Alguna duda o reproche?

Olvidemos las teorías conspirativas, como la del covid 19, olvidemos las armas biológicas, hagámonos los tontos, con los ejemplos del pasado, pero no podemos dejar de pensar en qué forma podemos dejar hipotecadas a las nuevas generaciones de chilenos.

No puede haber un tratamiento de doble estándar con un país, que habiendo repudiado por años al imperialismo de cualquier forma, denostado a través de purgas y revolución cultural, hoy borre la tinta que ayer era indeleble y  propicie una nueva fórmula, donde el nuevo imperio contra ataca.


Compartir esta noticia