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Dr. Claudio Vásquez Z. acusa: «TRES FISCALES Y SU AMIGO ME HAN PERJUDICADO»

Publicado por: DiarioTiempo21 | viernes 20 de abril de 2018 | Publicado a las: 09:02

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Reconocido médico regional hace pública su situación: fue acusado de violencia intra familiar y fue condenado, gracias –dice- a la intervención de la pareja de su ex esposa, amigo de un fiscal que no se inhabilitó. Hoy, su denuncia está en manos del Fiscal Regional de Los Ríos, pero su caso duerme, sin moverse una hoja.

Un moderno automóvil adquirió el médico a nombre de su ex esposa. Fue rematado y adquirido por un fiscal, quien luego lo vendió a la pareja de su ex. Todo el proceso está en regla pero confirma –dice el denunciante- que “existe una estrecha relación entre algunos fiscales y quien es hoy la pareja de mi ex señora”.

El profesional no es un desconocido en la región. Estudió la enseñanza media en el Liceo Pablo Neruda, donde egresa con buenas notas y desde allí su paso a Medicina en la Universidad de La Frontera. Hoy es jefe de Oncología Ginecológica y Patología Mamaria y jefe de Oncología de la Mujer, del Hospital Hernán Henríquez Aravena. También señalar que es socio fundador de la Clínica Icos

El médico, en julio de 2015 confirma una relación sentimental de su esposa con otra persona y desde allí los desencuentros y recriminaciones entre ambos y a las acusaciones de violencia familiar hubo solo un paso. Acusa que en un juicio abreviado que cada día se enmarañaba más, terminó perdiéndolo y condenado a 300 días de cárcel. ¡No soy delincuente!

El 16 de junio de 2016, la situación conyugal del médico cirujano –de reconocida trayectoria profesional en la zona sur, Claudio Vásquez Zbinden y su esposa, llegó a una situación límite. Luego de una separación registrada cerca de un año antes y después de una serie de desavenencias su aún esposa llegó hasta las dependencias de la Segunda Comisaría de Carabineros, para denunciarlo de amenazas de muerte.

Desde esa fecha y hasta hoy, se ha desatado una contienda judicial que se ha extendido a otros miembros del grupo familiar, incluyendo acusaciones de infidelidad, perjurio, y de parcialidad de un fiscal, quien no se habría inhabilitado pese a la relación de amistad con la pareja de la esposa del reconocido médico.

El profesional no es un desconocido en la región. Estudió la enseñanza media en el Liceo Pablo Neruda, donde egresa con buenas notas y desde allí su paso a Medicina en la Universidad de La Frontera. No vamos a hablar de su carrera como médico, pero sí señalar que hoy es jefe de Oncología Ginecológica y Patología Mamaria y jefe de Oncología de la Mujer, del Hospital Hernán Henríquez Aravena. También señalar que es socio fundador de la Clínica Icos, lugar donde se atienden y se han atendido miles de pacientes, especialmente oncológicos.

Lo único que desea, es hacer pública su verdad, luego que sucesivos “fallos de la justicia” lo acusara de ser autor de las amenazas y de Violencia Intra Familiar (VIF) y que fruto de ello ha sido culpable y condenado a 300 días de cárcel, de la que se libró por sus intachables antecedentes personales, pero con firma. Está anonadado, sorprendido de ver como un proceso judicial se armó en su contra y donde la testigo de la principal acusación en su contra, luego se desdijo, acusa.

Con ello, perdió la custodia de sus hijitas, a su mujer, de bienes patrimoniales y de ver expuesta su situación en sus círculos profesionales y sociales, e incluso su automóvil Jaguar es conducido por la ahora pareja de su ex esposa. Dice que no ha tenido la oportunidad de expresar sus sentimientos y “su verdad” y que la contraparte se ufana de su poder e influencias.

“No puedo olvidar a mis hijitas, ellas están en otro hogar, donde no estoy yo y me lo dicen. Allí conviven con los hijos de la pareja de mi ex, donde no estoy yo. Son mis ojos”, dice el cirujano, que pese a la tranquilidad con que enfrenta casos de vida y muerte a diario, sufre por su drama propio, pero por sentencias en un caso donde se le privó de todo sentido de justicia, reclama.

En la investigación de este caso, otras dos personas expresaron su consternación a la realidad que hoy viven muchos padres y ex esposos. Señalan que basta la acusación de ser autores de VIF y ser calificados de golpeadores y maltratadores para ser merecedores de las penas del infierno. Amén de la pérdida de la visita a sus hijos, de importante patrimonio y cuando no lo tienen, con sentencias de cárcel. “Es cosa de que vaya ver la cantidad de padres de familia que deben concurrir a dormir a dependencias de Gendarmería”, nos dice un padre que ahora debe correr para juntar el dinero y alojar en la cárcel, castigado por los tribunales.

El caso, paso a paso

Claudio Vásquez y su ex esposa, contrajeron matrimonio el 18 de mayo de 1996 y fruto de esa unión nacieron tres hijitas. Además, una hija de la esposa de 20 años, nacida en una relación anterior.

Sin embargo, señala el médico, en julio de 2015 confirma una relación sentimental de su esposa con otra persona y desde allí los desencuentros entre ambos y las acusaciones de violencia familiar que se desató con una denuncia en Carabineros que –según los pasos procesales-  pasó a manos del fiscal adjunto de Temuco, Jorge Mandiola, quien presentó ante el Juzgado de Garantía de Temuco un procedimiento simplificado y como pruebas se acogió las declaraciones de la denunciante y su hija tras un biombo. En la audiencia, su ex esposa y madre de sus hijas explicó la escalada de amenazas recibidas por parte de Vásquez Zbinden.

Claudio Vásquez

Al respecto, el profesional señala que esa llamada telefónica es de vital importancia, pero donde “no se verificó nada y se procede contra un médico honesto y de trabajo público importante, como si fuera un delincuente peligroso”.

Agrega que la llamada existió en realidad, pero que no se investigó en qué contexto “y el Ministerio Público dice que era real, pero no llevan la llamada. Es más, en el juicio hablan de dos llamadas ¿es una o dos? Si fue desde la consulta o en el auto. El relato es cambiado al estacionamiento de la consulta ¿consulta con bluetooh?”, se pregunta.

Otro aspecto de particular importancia, resalta Vásquez, es que el día del juicio, había en la audiencia dos espectadores. “Uno de ellos es la pareja de su ex esposa, casualmente hijo de una ex jueza y amigo del fiscal a cargo de la causa. Este personaje se pasea, saluda al fiscal, demuestra que se siente a sus anchas. Asiste al juicio de su pareja, quien me engañó, de quien era su colega en el Hospital Hernán Henríquez. Eso habla de su calidad moral, ruin”

Explica, que le llamó mucho la atención que durante el juicio, solicitaron colocar un biombo, a petición del fiscal, para la declaración de su ex esposa y su hija. “Hasta el día previo a la audiencia iba al edificio donde residía y ¡ahí solicita biombo!

Posteriormente, fue el turno de la hija –hoy de 20 años- quien relató cómo Claudio Vásquez insultó a su madre vía teléfono el 16 de junio de 2016, quien expuso que el esposo de su madre tenía una personalidad muy extraña y cuando se enojaba, la insultaba y que la amenazaba de muerte y que en una escucha telefónica mientras permanecía con su madre, escuchó decir a su padrastro que la iba a matar, antes de verla junto a otro hombre.

300 días de cárcel

Finalmente, el 12 de septiembre de 2016 fue dictada la sentencia condenatoria contra el médico, por parte de la magistrada Alejandra García Bocaz, en el punto 6° sentencia “Que se arriba a lo concluido, no solo por la dinámica intrafamiliar que se acreditó con los respectivos certificados del registro civil, en su calidad de cónyuges, sino también por las sólidas declaraciones de los testigos de cargo”.

La defensa del Dr. estimó que al tribunal solo le bastaron estas dos declaraciones y desestimó las pruebas de la defensa, condenándolo a una sentencia que al día de hoy se encuentra “firme y ejecutoriada”. Reclama que él y sus testigos recibieron un trato poco serio tanto en la investigación como en la sentencia misma.

“Por lógica, se descarta la prueba de la defensa, ya que si bien es la teoría de su caso, esta juez estima que no se pudo con ella, alterar la dinámica de los hechos, lugar y motivaciones, para con ello, desestimar las declaraciones de cargo, e incluso introducir elementos  acerca de una supuesta infidelidad de la afectada en su matrimonio, lo que además, a  juicio del tribunal totalmente prejuicioso e irrelevante a los hechos; las declaraciones del primo Alejandro Arriaza Zbinder y hermano del imputado Luis Tobías Vásquez Zbinder”, dice la sentencia.

“Es manifiesto el perjuicio  que estos hechos han causado a mi representado, hechos que se le han atribuido en juicio que son resueltamente falsos, mal intencionadamente inventados con el fin de causarle un gravísimo daño”.

La autodenuncia

Fue esto último, lo que desató la complicación en este caso, porque el 22 de septiembre de 2016, comparece ante la Fiscalía, según documento proporcionado por el Dr. Vásquez, su hijastra donde  presentó una autodenuncia “a sabiendas de lo que me pueda pasar”. En su nuevo testimonio señala que “declaré los hechos proporcionados por mi mamá eran verdad, ya que ella me señaló que mi padrastro la trataba mal, que ya no era buena persona, además me dijo que si era condenado y se iba, ella iba estar más con mis hermanas, ante eso yo acepté y declaré lo que ella me dijo (…) tengo conciencia de lo que hice y que estuvo mal, perjudiqué a mi padrastro. Mi padrastro no me pidió que viniera, yo lo hago por mi propia voluntad”.

La joven dice que todo lo que señaló en la audiencia del 5 de mayo de 2016 “no es así, yo nunca estuve ahí, yo mentí para ayudar a mi mamá”. Agrega que en la actualidad vive con sus abuelos y que demandó a su madre por la pensión de alimentos que le corresponde como hija y estudiante.

El “amigo” del fiscal

Uno de los abogados del Dr. Claudio Vásquez, Juan Pablo Fuentealba, dice que uno de los protagonistas de este quiebre matrimonial y posterior juicio, es la actual pareja de la ex esposa de su defendido, el médico cirujano –al que identificaremos como B., con quien tenía –señala- una relación (sentimental) desde antes y que también concurrió al juicio oral “donde mostró de manera pública y notoria su estrecho vínculo de amistad con el fiscal que en ese instante llevaba la causa, Juan Pablo Salas, saludándole efusiva y afectuosamente frente a todos los testigos y público.

Al respecto, el defensor señala que hasta ese instante era desconocido e insospechado para mi representado y que fuera confirmado por la esposa de B., la amistad entre el fiscal y su esposo,  “quien detalló con precisión, la antigüedad y profundidad de dicha amistad”.

Para mayor precisión, Claudio Vásquez señala que en mayo (2017) “fui citado por el fiscal jefe, Alberto Chifelle, debido a la causa que se investiga por falso testimonio de mi hijastra. Me recibió amablemente y me dice que había mirado la causa y que para él estaba todo claro, que ante «confesión de partes, relevo de pruebas»; que él entendía que estaba todo mal, que el juicio en sí era claramente parcializado por parte de la jueza; que no se tomó en cuenta a mis testigos; que el relato en sí no tenia sustentación; que no había un historial de violencia ni nada que lo hiciera creíble”.

Respecto a la actuación del fiscal, me pregunta en que me baso para afirmar esta amistad entre Salas y B.

“Le digo que existen testigos que ven la cercanía manifestada entre ellos desde la audiencia preliminar, donde si bien no estaba designado Salas, B -que no tenía nada que hacer ahí- aparecía saludando efusivamente a Salas, mostrando una clara actitud desafiante hacia mí y que era imposible que Salas, siendo apoderado del Colegio Alemán igual que yo, no supiera que esa audiencia era entre la pareja actual de B y yo. Le dije que en una actitud absolutamente sicopática.  El tipo a posteriori siguió acosándome, en persecuciones automovilísticas, siempre en mi domicilio o en mis lugares de trabajo, que yo nunca lo busqué”.

Además, le señalo que la Dra. PO –esposa de B- me manifiesta que la cercanía entre ambos es de años y que fue el primero que le llevó regalo a su niño recién nacido y que luego como parte de la confianza que le tenía, envía a sus hijos con Salas a un paseo de curso.

En manos de Los Ríos

En su conversación con el fiscal Chiffelle, le explica este le señala que le llama la atención que la jueza desestimara a testigos que hablaban de la infidelidad, porque esta era la razón principal de VIF, por lo que aminorarla era increíble, “amén de encontrar verídico el testimonio de la hija de mi ex esposa sin un razonamiento solo porque era hija. En cambio mis testigos por ser mis familiares, eran parciales”. Sobre la actuación de Salas me pregunta si voy a emprender acciones aparte de la investigación sumaria que se está ejecutando “y le digo que sí, sean acciones civiles y/o penales”.

Como resultado de la denuncia de Claudio Vásquez Zbinden, la fiscalía nacional designó al fiscal regional de Los Ríos, Juan Meléndez a cargo de la investigación y este, a su vez, nombró al fiscal Alejandro Ríos para que instruya una investigación reservada, el 6 de septiembre de 2017.

Ante consultas realizadas por Tiempo21 en esa fiscalía regional, se señaló que los antecedentes no han sido informados por el fiscal ni tampoco expuestos en audiencia alguna, por lo tanto, dicha investigación tenía el carácter de reservada aun.

La pregunta que nace ahí, es si Fiscalía aún no tiene la convicción de la verdad de la testigo arrepentida, que esto lleva un año, mientras el Dr. Vásquez continúa firmando mes a mes. “La fiscalía nombra a otro para hacerse cargo del problema, del cual el fiscal jefe de Temuco dijo era un mero trámite. Si cuento con cierta capacidad de recursos y tesón para hacer frente a esto, que cabe esperar cuando este tipo de denuncias no tienen respuestas. Si la fiscalía de los Ríos lleva un año en esto ¿cuántos años o décadas demorará en la operación Huracán? Se pregunto molestó Claudio Vásquez.

El final del auto Jaguar

El 26 de abril de 2017, salió publicado en la sección económicos de El Mercurio, el aviso de remate del automóvil que Claudio Vásquez señala haber adquirido para su ex esposa: Este es el texto: “BUEN REMATE JUDICIAL mejor postor en Temuco, 27 pte. a las 13,00 horas, calle Malvoa N° 559, Temuco. Rematare: automovil Jaguar año 2010 modelo XF 5.0, patente CGKR.60-0, ademas diferentes especies. Martilleros Registro 1.470 y 1.550.- Fono consultas 99689XXXX”.

El automóvil en cuestión fue rematado y con fecha 28 de junio de 2017 y aparece el certificado de inscripción y anotaciones vigentes en el R.V.M. del Registro Civil e Identificación a nombre de Cristian Gonzalo Voullieme León con el número 2053 de Lautaro. Se trata del fiscal adjunto de Lautaro.

Jaguar

Este es el automóvil del matrimonio, que fue rematado por un fiscal y a los días después lo vendió… a la pareja de la ex de Claudio Vásquez.

Sin embargo, veinte días después, el 17 de julio de 2017, aparece un nuevo certificado de inscripción y anotaciones en el R.V.M. del Registro Civil e Identificación. Esta vez aparece el automóvil Jaguar en el repertorio de Temuco con el número 16602, a nombre de B. la pareja de la ex esposa de Claudio Vásquez Zbinden.

Todo está en regla, de acuerdo a las normas que rige la compraventa de automóviles. “Pero sin duda, extraña que nuevamente aparezca un fiscal vinculado en este tema. Asesoraron a mi mujer para que yo sea condenado. Luego nuevamente aparece un fiscal rematando mi auto y lo vende, precisamente, a la pareja de mi ex”.

En conversación con este medio, señala el profesional que “se dice que lo peor de una corte es condenar a un inocente y segundo, que participen testigos falsos. Lo más grave, que todo estaba en conocimiento de la Fiscalía”.


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