Durante la Asamblea General de la ONU, el viceministro Kim Son Gyoing aseguró que renunciar a sus armas nucleares sería “equivalente a rendirse” y rechazó cualquier acuerdo de desnuclearización.

Corea del Norte reafirmó este lunes su compromiso con su programa nuclear, asegurando que no lo abandonará bajo ninguna circunstancia.

El viceministro de Asuntos Exteriores norcoreano, Kim Son Gyoing, declaró ante la Asamblea General de la ONU que renunciar a sus armas nucleares equivaldría a ceder la soberanía y el derecho a existir de su país. Según él, estas armas son fundamentales para mantener el equilibrio de poderes en la península de Corea y garantizar una paz duradera.

“El programa nuclear es un derecho sagrado y absoluto que no puede tocarse”, enfatizó Kim, señalando además la “creciente amenaza” de Estados Unidos y sus aliados en Asia, que, según Pyongyang, buscan provocar un conflicto.

El viceministro no mencionó ningún plan de diálogo o negociación con Washington, sino que reforzó la postura de Corea del Norte de mantener su arsenal nuclear como pilar de su seguridad nacional.