Publicado por: Tiempo21 | viernes 21 de noviembre de 2025 | Publicado a las: 17:07
Viña Santa Rita fue elegida la mejor del mundo por Forbes, mientras VIK obtuvo el primer lugar en “The World’s 50 Best Vineyards 2025”. Dos reconocimientos que instalan a Chile en el centro del enoturismo global.
El mundo del vino volvió a mirar a Chile con atención. Dos rankings internacionales —ambos considerados referentes de la industria— nombraron a dos viñas chilenas como las mejores del planeta.
Por un lado, Viña Santa Rita encabezó el listado “The World’s 50 Best Wineries 2025” publicado por Forbes.
Por otro, Viña VIK, en el Valle de Millahue, se quedó con el primer lugar en “The World’s 50 Best Vineyards 2025”, ranking elaborado desde Australia.
La coincidencia no es menor: son dos mediciones independientes, con metodologías distintas, y aun así llegaron a la misma conclusión. Chile está jugando en la primera división del enoturismo mundial.
Ubicada en Alto Jahuel, Buin, Santa Rita superó a viñas de Francia, España, Australia y Estados Unidos.
El listado de Forbes evaluó criterios como innovación, sustentabilidad, manejo de viñedos, presencia internacional y calidad turística.
Santa Rita, fundada en 1880, ofrece un complejo cultural único: Hotel Casa Real, un parque de 40 hectáreas, una capilla neogótica, el restaurante Doña Paula, el Museo Andino con más de 3.000 piezas y tours que van desde patrimoniales hasta enología práctica.
Para Forbes, el conjunto convierte a la viña en “la mejor experiencia del mundo”.
La gerenta Elena Carretero subrayó que el reconocimiento celebra “el legado y la identidad de Chile”, así como el compromiso con la sostenibilidad y el patrimonio.
El premio para VIK fue entregado en Australia ante más de 700 expertos internacionales.
El jurado destacó la combinación entre: Excelencia enológica, arquitectura de clase mundial, sostenibilidad y una experiencia turística integrada.
Fundada por Alexander y Carrie Vik, la viña apostó desde el inicio por un enfoque científico: estudiar el territorio antes de construir la bodega y diseñar una experiencia desde cero.
Hoy, sus 4.500 hectáreas incluyen el hotel VIK Chile, gastronomía de origen local, vinoterapia, cabalgatas y espacios donde arte y paisaje se funden.
Su bodega —obra del arquitecto Smiljan Radic— es considerada un referente global.
Y sus vinos, como VIK y La Piu Belle, ya ostentan puntajes perfectos en análisis internacionales.
La señal es clara: el enoturismo chileno volvió a ser atractivo y competitivo.