Publicado por: Tiempo21 | viernes 17 de octubre de 2025 | Publicado a las: 17:56
El Telescopio Extremadamente Grande (ELT), con un espejo de 39 metros, permitirá explorar exoplanetas, galaxias tempranas y los secretos más profundos del universo desde el desierto de Atacama.
En construcción en el Cerro Armazones, en pleno desierto de Atacama, el Telescopio Extremadamente Grande (ELT) será el telescopio óptico e infrarrojo más grande del planeta. Su espejo segmentado de 39 metros permitirá observar los confines del universo: exoplanetas, agujeros negros y las primeras galaxias, situando a Chile en el centro de la astronomía mundial.
El ELT, impulsado por el Observatorio Europeo Austral (ESO), contará con 798 segmentos hexagonales que funcionarán como una sola superficie, recolectando casi mil metros cuadrados de luz, y un diseño de cinco espejos que incluye uno adaptativo para corregir en tiempo real las distorsiones atmosféricas.
El domo del telescopio, de 93 metros de diámetro y 80 de altura, será la estructura giratoria más grande construida para un instrumento científico. La tecnología del ELT permitirá obtener imágenes hasta 16 veces más nítidas que las del telescopio espacial Hubble, marcando un antes y un después en la astronomía terrestre.
Entre sus principales objetivos, el ELT estudiará exoplanetas similares a la Tierra, explorará la formación de las primeras galaxias y estrellas, y examinará agujeros negros supermasivos. Equipado con instrumentos como el espectrógrafo ANDES, también permitirá investigar la materia y energía oscuras y poner a prueba las leyes fundamentales de la física.
Según los astrónomos del ESO, el telescopio no solo responderá preguntas antiguas, sino que descubrirá fenómenos aún desconocidos.
El desierto de Atacama ofrece cielos despejados, baja humedad y mínima contaminación lumínica, convirtiendo al Cerro Armazones en un entorno ideal para la observación astronómica. Chile ya alberga instalaciones de clase mundial como ALMA, Paranal y La Silla, y la construcción del ELT consolida su posición como capital global de la astronomía.
Durante su desarrollo, se ha nivelado la cima del cerro, levantado una cúpula de más de 3.000 toneladas y diseñado sistemas capaces de resistir las duras condiciones del desierto. Cada segmento del espejo será pulido y calibrado con precisión microscópica para garantizar la excelencia científica del proyecto.