Publicado por: Tiempo21 | jueves 7 de agosto de 2025 | Publicado a las: 18:27
El dispositivo portátil y de bajo costo puede integrarse en guantes y otras tecnologías para detectar desde la textura de una superficie hasta el peso de un objeto, con aplicaciones en salud, robótica y agricultura.
Investigadores de la Universidad de Chile, en colaboración con la Universidad de La Frontera, desarrollaron un sensor dual flexible, inalámbrico y económico capaz de detectar peso, presión y el tipo de material al tacto. El avance abre nuevas posibilidades en áreas como robótica, prótesis inteligentes, kinesiología, agricultura y cadenas de frío en alimentos.
El dispositivo combina dos principios de detección: capacitancia y triboelectricidad, tecnología que genera cargas eléctricas por fricción. “El sensor puede distinguir si una superficie es de madera, vidrio, metal o incluso cáscara de naranja”, explicó Humberto Palza, profesor titular del Departamento de Ingeniería Química, Biotecnología y Materiales de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM).
Fabricado íntegramente con PDMS —un polímero similar a la silicona— mezclado con grasa y nanotubos de carbono, el sensor destaca por su biocompatibilidad, ligereza y facilidad de producción, sin requerir metales rígidos ni procesos industriales complejos.
Entre sus primeras aplicaciones, el equipo diseñó un guante inteligente que mide la fuerza aplicada al levantar un objeto y reconoce el material de su superficie. Un microcontrolador Arduino permite enviar datos en tiempo real a un teléfono móvil, lo que lo hace útil para el monitoreo remoto y la recolección masiva de información en la llamada “era de los sensores”.
“Todo el mundo necesita información, y esa información empieza en un sensor”, destacó Palza, quien subrayó que la inteligencia artificial y el internet de las cosas dependen de estos dispositivos para funcionar de forma eficiente.
La investigación fue publicada en la revista científica Sensors and Actuators: A. Physical y actualmente busca financiamiento para escalar su desarrollo y explorar nuevos usos en el sector alimentario, la medicina preventiva y la automatización industrial.