Autoridades regionales activaron un sistema de vigilancia en cinco playas de Pucón y Villarrica para alertar sobre la presencia de microcistina. La estrategia interinstitucional busca garantizar la seguridad de bañistas mediante un semáforo de banderas y reportes periódicos hasta marzo.

Con la llegada del verano, la calidad del agua en el Lago Villarrica se convierte en un factor crítico para la salud pública y el turismo. Tras una temporada anterior sin registros de floraciones algales (blooms), las autoridades buscan mantener esa tendencia mediante una supervisión técnica constante que permita anticipar cualquier riesgo ambiental.

Vigilancia técnica en las costas

El monitoreo, liderado por la Seremi de Salud en conjunto con Medioambiente y la Armada, se focalizará en cinco playas: dos en Pucón y tres en Villarrica. Desde este 15 de diciembre y hasta el 15 de marzo, se realizarán mediciones de microcistina total tres veces por semana. Sin embargo, para eventos de alta concurrencia como el Ironman Pucón 2026, los análisis serán diarios para asegurar la aptitud recreacional del agua.

La información se entregará a través de un sistema de banderas en las playas:

• Verde: Agua apta para el baño.
• Amarilla: Precaución (especialmente para niños y mascotas).
• Roja: Se recomienda evitar el contacto con el agua.

Coordinación para la seguridad

• Desde la autoridad sanitaria: Andrés Cuyul, Seremi de Salud, destaca que la medición por litro de agua es la base científica para prevenir riesgos sanitarios.
• Perspectiva municipal y técnica: Evelyn Silva, desde la Municipalidad de Pucón, subraya la importancia de que la ciudadanía use los tótems informativos con código QR para evitar desinformación.
• Respaldo institucional: El Seremi (s) de Medioambiente, Camilo Villagrán, y el Capitán de Puerto, Alex Jeldres, coinciden en que este plan operacional entrega tranquilidad a los veraneantes mediante la transparencia de los registros oficiales.

Vínculo local: Impacto directo en La Araucanía Esta medida es vital para la economía de la zona lacustre, ya que permite que el turismo se desarrolle bajo estándares de seguridad, protegiendo tanto la salud de los visitantes como el ecosistema de uno de los cuerpos de agua más importantes de la región.