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Política

Soledad Alvear ex DC y líder de Comunidad en Movimiento: “No estamos pensando en alianzas”

Publicado por: Claudio Nuñez | lunes 3 de septiembre de 2018 | Publicado a las: 21:43

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La ex ministra y ex senadora y ex militante DC dice que “nosotros estamos definiendo qué es lo que somos. Eso es realizar y trabajar en un movimiento responsable, en forma muy eficiente desde el punto de vista de la formación de quienes integramos”.

 

Dice que en Cuba no me dejaron ver cárceles y asistir a juicios, “razón por lo cual nunca fui a Cuba siendo canciller y el Presidente Lagos –de quien era canciller-, nunca fue a Cuba. Eso es coherencia. Y uno tiene que ser coherente siempre”.

 

“Cuando renuncié a la Democracia Cristiana, señalé que seguía con el ideario humanista- cristiano tal como había ingresado como joven universitaria a los 17 años. Sigo siendo, sosteniendo y teniendo esos mismos principios”.

 

Héctor Cárcamo Millar

 

El 22 de abril último, el mundo político nacional era testigo de un hecho que profundizaba la crisis en la Democracia Cristiana: la renuncia al partido de Soledad Alvear Valenzuela.

La renuncia de la exministra de Estado no fue un hecho aislado en la falange. Por el contrario. Era un proceso que se venía gestando desde hace varios meses antes y precisamente, en el periodo de inscripción de listas para las elecciones internas de la DC, a realizarse el 27 de mayo.

Eran días complicados en esa tienda porque se discutían las posiciones de las dos grandes corrientes que buscan un lugar en la mesa nacional: los moderados, representados por la lista de Fuad Chahín, y los disidentes, que serían liderados por el senador Francisco Huenchumilla.

Soledad Alvear debe ser una de las mujeres de mayor actividad en su partido y en lo que fue su pacto de Gobierno, la Concertación. Santiago de Chile, 17 de septiembre de 1950). Abogada y ex política del Partido Demócrata Cristiano. Senadora por la 8ª Circunscripción Santiago Oriente, Región Metropolitana, desde 2006 a 2014.

Porque fue ministra de la Secretaría Nacional de la Mujer durante el gobierno de Patricio Aylwin Azócar; ministra de Justicia en el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle –donde lideró la reforma Procesal Penal- luego en el periodo de Ricardo Lagos Escobar, asumió como canciller. Precandidata presidencial por su partido para las elecciones del año 2005. También fue senadora en el periodo 2006 a 2014.

Hoy, es una de las líderes de Comunidad en Movimiento, conformado por ex militantes de la democracia cristiana, donde buscamos que el humanismo cristiano sea una realidad vigente en nuestro país.

¿Cuál será la respuesta de los DC?. En eso estaba soledad Alvear en Temuco y por ello nos invitó a conversar y a explicar de qué se trata. Al parecer, quiere volcar allí sus experiencias de 50 años de militancia.

 

Los orígenes

 

Ustedes quieren volver a los orígenes de la falange, con esa filosofía cristiana?

-Sí. Siento que nuestro movimiento puede suscribirse en un 100% lo que fueron los fundamentos de la Falange, sobre todo lo que fueron las declaraciones de la fundación de la Democracia Cristiana, incluso lo que el quinto congreso ideológico que tuvimos cuando fui presidenta nacional de la democracia Cristiana.

¿Y qué sintió cuando Francisco Huenchumilla dijo que Soledad Alvear y Gutenberg Martínez tienen responsabilidad en la crisis de la Democracia Cristiana?

-Tendría que pensarlo por qué… de verdad creo de haber asumido distintas responsabilidades dentro de la DC con total dedicación. Mientras estuve en la universidad, todos los meses de verano me dedicaba a la formación de jóvenes en paralelo a varias escuelas de verano. Todos los días capacitaba a jóvenes de lunes a viernes para que tuviesen formación en los principios, formación, doctrina de la iglesia. Cumplí como presidenta de la DC actualizando en ese entonces lo que eran nuestros principios a través del congreso ideológico. Trabajé como parlamentaria con absoluta dedicación, de manera tal que creo haber sido una militante de la Democracia Cristiana que cumplió a cabalidad las funciones que tuvo dentro del partido.

Usted cuando renunció dijo que iba a seguir siendo demócrata cristiana, pero está formando un nuevo referente político…

-Cuando renuncié a la Democracia Cristiana, señalé que seguía con el ideario humanista- cristiano tal como había ingresado como joven universitaria a los 17 años. Sigo siendo, sosteniendo y teniendo esos mismos principios y precisamente la razón que me ha motivado a integrar este movimiento humanista- cristiano, es que estamos buscando que estos valores y principios sean una realidad, porque cada etapa histórica permite percibir los cambios que Chile y el mundo ha tenido. Desde luego, el humanismo cristiano al día de hoy tiene que actualizarse a lo que es la nueva realidad. En eso estamos trabajando.

 

¿Qué es lo que somos?

 

Renovación Nacional hace esfuerzos para quedarse en el centro político del país frente a sus aliados de la UDI y de Evópoli; la Democracia Cristiana también. ¿No se irá a tocar su movimiento en algún instante con ellos?

-Para ser muy franca, nuestro movimiento estamos haciendo el formato, estamos trabajando en talleres nosotros mismos. Hemos tenido talleres en humanismo cristiano con el sacerdote jesuita Tony Mifsud; con el filósofo y profesor, Sergio Micco; También tenemos talleres de fraternidad y vamos a seguir trabajando en diferentes talleres, junto y al mismo tiempo, poniendo énfasis ciertos temas que estamos trabajando con grupos especializados. Entonces, nosotros no estamos pensando en alianzas, estamos definiendo qué es lo que somos. Eso es realizar y trabajar en un movimiento responsable, en forma muy eficiente desde el punto de vista de la formación de quienes integramos. Al mismo tiempo, dando una señal que nuestro movimiento es fraterno y una comunidad real. Creemos que eso se valora mucho.

Cuando usted renunció a la DC, por supuesto que uno lee para informarse acerca de su salida desde la DC. Entre las cosas que leí o escuché, creo que fue en Ahora Noticias de Mega, usted afirmó que no iba a participar ni encabezar ningún movimiento. ¿Cómo responde ahora?

-Lo que ocurre es lo siguiente. Estoy como una más en un movimiento. No pretendo encabezar, creo que es muy importante señalar que nosotros estamos focalizándonos mucho en personas jóvenes, fundamentalmente. Y quisiera que muy pronto sean nuevos rostros los que puedan tener la conducción del movimiento; no pretendo conducirlo, no pretendo postular a ningún cargo de responsabilidad política. Fui tres veces ministra, ocho años senadora y de verdad siento que la posta deben tomarla otros. En un principio puede costar, porque –claro- me identifican más por las responsabilidades que he tenido, pero espero que comiencen a conducirlo otras personas.

 

Sociedad del descarte

 

Usted señala que los países van cambiando y a raíz de las últimas elecciones parlamentarias, vemos que el país ha cambiado políticamente y que ante el desgaste de la Concertación, de la Nueva Mayoría, aparece el Frente Amplio que recoge banderas que fueron de dichos bloques. ¿Cree usted que las personas jóvenes, fundamentalmente, andan buscando propuestas más progresistas, de mayor contingencia y ejecución de los programas de los partidos políticos?

-Mire, no hay nada más progresista que ser humanista cristiano. El mensaje de Jesucristo es un mensaje novedoso, un mensaje que llega a cualquier persona, porque trabajó por la justicia y la dignidad de las personas. Que trabajó por la tolerancia, el pluralismo; estuvo con todos y todas especialmente los más débiles y eso es lo que Él representa. Si nosotros leemos hoy al Papa Francisco, el habla y hace un llamado que nosotros hacemos carne y evitar la sociedad del descarte. ¿Y quiénes son la sociedad del descarte? Los niños abandonados, las mujeres embarazadas solas, los adultos mayores, los migrantes, las personas que viven vulnerabilidad. Esos son nuestro motivo de preocupación fundamental. Haber, si nosotros estamos apuntando a esos objetivos, con un mensaje que busca la solidaridad, el mundo más humano o fraterno, donde todos nos reconozcamos como personas humanas, no sé si pueda haber otros movimiento que pueda responder a lo que son las necesidades de este mundo, donde uno siente que la gente vive en soledad. En una sociedad consumista, hedonista, donde no hay preocupación por los demás. Entonces, pensar en un país donde aquello esté presente para fortalecer a las comunidades, eso nos haría infinitamente más felices.

Hablemos de la región. Aquí hay una discusión –casi soterrada- en torno a la eficacia del Ministerio Público, y que dio origen a la Reforma Procesal mientras usted fue ministra de Justicia, historia que conocemos y que tenía como objetivo dar modernidad a la justicia. En su trabajo, el MP aparece atrasado, anquilosado y con falta de eficacia. ¿Usted cree que es necesario a realizar una reforma a la Reforma Procesal Penal?

-Creo que no se necesita ningún proyecto de ley pero sí creo que es importante mejorar algunos aspectos que sí me parece importante. Ejemplo, la capacitación y quiero decirlo con mucha franqueza: solo el 7% de los carabineros de nuestro país están capacitados para los efectos de tener una prueba adecuada para poder chequear los delitos y eso no requiere una nueva ley, requiere enfocarse en la capacitación de carabineros y policías. En segundo lugar, se requiere una mejor coordinación que debe existir entre Ministerio Público y las policías porque el fiscal debe trabajar junto a los policías y conducir la investigación, plantear las diferentes tesis que pueden existir respecto a la comisión de un determinado delito; de trabajar con otros fiscales que pueden estar investigando delitos similares, para los efectos de una adecuada conducción con distintas hipótesis y trabajarlas con las policías. Si la policía trabaja por su cuenta y el fiscal no puede adecuadamente una investigación, evidentemente ello va ser difícil de alcanzar.

 

Reforma a la reforma

 

Como periodista, uno habla con policías, abogados. Y cuando en privado toca estos temas, algunos señalan fallas en la conducción de las investigaciones…

-Esas son fallas no legales. Esas son fallas humanas. A mí no me lo han dicho. Esas son fallas humanas, entones hay que capacitar a los actores del sistema. Hay que tener mejor capacitación y actualización de los fiscales. Además, existen nuevos delitos. Si uno mira, por ejemplo, lo que es el terrorismo, el narcotráfico, el delito se puede estar pensando, elaborando en un determinado país, después las platas se consiguen en otro y se concretan en un tercer país.

Ni siquiera pienso en eso. Vemos que en delitos de alta connotación pública –al menos en dos casos- vemos las investigaciones y las sentencias y dan ganas de cortarse las venas. Acá casi todos nos conocemos aún y la gente sabe que frente a un delito, muchos saben acerca quién fue. Sin embargo, el MP es lento y no acoge cabos sueltos. Para qué decir en el caso de los mapuches, donde aun no estamos preparados para enfrentar esta crisis entre la sociedad chilena y la sociedad mapuche. ¿Cómo el estado debe enfrentar políticamente estas situaciones que producen desconfianza en la opinión pública?

-Respecto a lo primero que usted señala, creo que se requiere más capacitación. Si se establece que no hay una adecuada coordinación de los fiscales, bueno, habrá que capacitarlos para que tengan una buena investigación. Habrá que elegir fiscales que puedan estar preparados para llevar adelante una determinada investigación. También protegerlos porque a veces los fiscales son sujetos de amenazas, son personas que viven situaciones muy difíciles, y también que puedan llevar una buena coordinación con las policías, porque estas llevan solo pruebas policiales, no llevan pruebas legales para acreditar un delito. Si a un juez le dicen que tal persona cometió tal delito, bueno, tráigame la prueba ¡cómo lo voy a condenar! ¿Por qué el vecino dijo que fue el autor del homicidio? Entones ahí hay una falla que es importante corregir.

 

Con sangre mapuche

 

¿Cómo el estado se debe conducir para llegar a un buen acuerdo con el pueblo mapuche?

-Lo primero, creo que hay que hacer el cambio cultural de nuestra sociedad. Cuando se habla del pueblo mapuches, estamos hablando de más del 95% de los chilenos, porque todos tenemos sangre mapuche, excepto los migrantes que llegaron de Alemania u otros países.

Pero nuestra cultura colonial, dice que nos acercamos más a los pueblos europeos que al mapuche…

-Es un gran error porque nosotros debemos ser capaces de valorar lo que es la historia de Chile. El año pasado anduve en Nueva Zelandia donde han hecho un trabajo espectacular. Uno ve museos donde la gente tiene convivencia fantástica, porque todos se sienten parte de Nueva Zelandia. Entonces allí es importante que nosotros lo asumamos como una realidad. Debiéramos sentirnos orgullosos de tener artesanía y el idioma mapuche. De tener la posibilidad de saber sus costumbres, su gastronomía, su tradición. Eso es riqueza de todos los chilenos, somos de los pocos países que podemos tener vigentes nuestra historia. Ese es un enfoque que nosotros debemos tener para no hacer diferencias. Somos todos de una misma patria y ellos fueron los primeros.

 

“No creo en solución policial”

 

Pero aquí vino el Presidente Piñera en el mes de marzo para anunciar la creación de lo que aquí se llama el comando Jungla, para combatir actos violentos de desconocidos, presumiblemente mapuches, pero aun no hay una búsqueda de un diálogo político con este pueblo.

-Mire, creo que es muy importante establecer un diálogo político. Es muy importante y rechazo todo tipo de violencia y los que cometen actos delictivos son delincuentes. De donde sea y a esos hay que llevarlos a los tribunales y juzgarlos y condenarlos si efectivamente han cometido los delitos. Pero no podemos enfrentar la situación solo creando fuerzas especiales. Necesitamos establecer un diálogo con el objeto de poder salvar esta situación. La verdad es que cuando uno lee la historia de lo que significaron los mapuches para Chile y que fueron los primeros que llegaron acá, uno se da cuenta también de una historia sangrienta y dura en contra de ellos. Entones hay un tema que debemos abordar en forma distinta y no creo que solo el tema policial va a solucionar los problemas.

Se reconoce que el que más ha buscado la salida política, ha sido su ex camarada, francisco Huenchumilla, ha sido persistente en ello y lo ha sostenido en todos los tonos y poco a poco ha ido tomando cuerpo esa posición. Lo otro sería llegar a un tipo de enfrentamiento que nadie desea…

-No, no podemos llegar a un enfrentamiento. Sería una locura. Estoy con Andrés Jouannet que hizo una tarea extraordinaria con los mapuches mientras fue intendente. He leído el libro de Francisco Huenchumilla, lo conozco y hemos conversado en muchas ocasiones. Comparto con él que este es un tema político y en ese contexto el diálogo es la mejor manera de abordar el problema.

¿Y su movimiento está en condiciones de fortalecer esa vía?

-Por supuesto que estamos por fortalecer siempre una vía de diálogo. La Comunidad en Movimiento rescata el trabajo con las personas, en su dignidad y es precisamente uno de los temas que estamos trabajando.

 

«¿Y el Partido Comunista?»

 

¿Y la Comunidad en Movimiento está dispuesta a conversar políticamente con el Partido Comunista?

-Mire, en democracia hablamos con todos. Pero cuando nos preguntan de alianzas, pero primero tenemos que pensar en que el humanismo cristiano es una realidad hoy (…) ahora con el Partido Comunista tenemos diferencias profundas ¿en qué sentido? En que para nosotros la persona humana y los derechos humanos son temas primordiales y condenamos cualquier violación de los derechos humanos, cualquiera sea el lugar donde se cometen. Nosotros trabajamos fuertemente apoyando a quienes sufrieron los horrores de la dictadura militar y con esa misma fuerza condenamos lo que está ocurriendo en Nicaragua, Venezuela y Cuba. No podemos acomodar los derechos humanos solo cuando a mi me afecten. Los derechos humanos son universales. En ese contexto tenemos diferencias muy grandes con el PC.

¿Y por qué no condenan con esa misma fuerza al Partido Comunista chino?

-Mire. Yo fue ministra de Justicia. Me invitaron a China. Y lo primero que dije fue que quería ver las cárceles chinas y ver los procesos judiciales en China y me lo permitieron. Me invitaron a Cuba y pedí lo mismo. Ver la oposición, las cárceles cubanas y asistir a los juicios. En Cuba me dijeron que no, razón por lo cual nunca fui a Cuba siendo canciller y el Presidente Lagos –de quien era canciller-, nunca fue a Cuba. Eso es coherencia. Y uno tiene que ser coherente siempre.


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