Publicado por: Claudio Nuñez | domingo 8 de junio de 2025 | Publicado a las: 10:19
El Dr. José Cuminao, presidente regional del Colegio Médico, advierte sobre una crítica situación financiera y operativa en el Hospital Hernán Henríquez Aravena. Con una deuda que podría ser de cercana a los 20 mil millones de pesos, escasez de insumos, pabellones quirúrgicos saturados y una administración “sin capacidad de respuesta”, el principal centro de salud del sur de Chile está al borde del colapso.
Por Claudio Núñez
La advertencia fue categórica: el Hospital Regional de Temuco, el más grande y complejo del sur del país, está operando con recursos al límite y bajo una administración que no ha sido capaz de enfrentar el tamaño de la crisis. Así lo denunció el presidente regional del Colegio Médico de La Araucanía, Dr. José Cuminao, en un testimonio detallado que expone fallas estructurales, deudas no documentadas, falta de insumos médicos y una creciente paralización interna.
“El año pasado cerramos con una crisis presupuestaria espantosa. El presupuesto se agotó en octubre y hubo que pedir inyecciones extraordinarias de fondos al Ministerio para poder terminar el año. Hoy, en junio, estamos viviendo lo mismo. Es insostenible”, advierte el médico.
Durante el 2024, el déficit financiero obligó a ajustes duros por parte de un director transitorio que contuvo momentáneamente la situación. Sin embargo, tras la llegada de un nuevo director en marzo de este año, la situación no solo no mejoró, sino que comenzó a deteriorarse rápidamente.
El hospital, que opera con un gasto mensual cercano a los 8.000 millones de pesos, está enfrentando un escenario de altísima presión asistencial, con un crecimiento sostenido en la complejidad de las prestaciones. “Hoy es normal que lleguen pacientes con infarto y se les realice un cateterismo de inmediato. Eso antes era excepcional. Ahora es parte de lo habitual. Y eso cuesta”, explica Cuminao.
Una deuda que no deja de crecer
Uno de los elementos más críticos es la deuda acumulada. Aunque las cifras fluctúan, el Colegio Médico estima que hoy el Hospital Hernán Henríquez Aravena enfrenta un déficit superior a los 20.000 millones de pesos. Pero más allá del número, lo que preocupa es la opacidad de la información financiera. “Las autoridades nos han reconocido que hay deudas pendientes que ni siquiera estaban registradas. Es decir, hay un desorden contable serio. Es imposible planificar en estas condiciones”, señala.
Y sobre los 20 mil millones de pesos, Cuminao deja en claro una cosa, “la deuda completa es un dato que no podemos entregar con absoluta certeza, pero lo que sí ocurre, y eso es lo que nos importa, poner el énfasis en eso, independientemente de la cantidad de deudas que exista, (…) que independientemente del número, porque a veces uno pone el énfasis en el número, si los equipos directivos logran transformar esta deuda en una deuda que es fácil de manejar, uno puede funcionar adecuadamente. Sin embargo, cuando la deuda que existe, independientemente eso es del número, se asocia además a que tiene un presupuesto acotado, muchas veces entras en imposibilidad de pagar y muchos de los proveedores prueban su aporte hasta no regularizar las situaciones”.
Y además agregó que, “en realidad lo que más nos importa es cómo esta deuda y cómo el déficit presupuestario provoca déficit, puede alterar el normal funcionamiento del hospital. Eso es no es solo un número, quiero que se entienda eso” y suma, “quiero poner el énfasis en cómo este número “x” afecta el quehacer diario asociado a una restricción presupuestaria importante para este año en base a los costos que tiene el funcionamiento del hospital”.
La deuda, sumada a un presupuesto nacional en salud que solo creció un 4% este año —por debajo de lo necesario para sostener la red—, ha provocado una verdadera asfixia presupuestaria. “Con recursos limitados, el hospital no puede pagar a proveedores, y eso tiene consecuencias inmediatas: faltan insumos, se cancelan procedimientos, se posterga la atención de pacientes”, denuncia Cuminao.
A esto se suma la saturación de los pabellones quirúrgicos, que operan a un 97% de capacidad, y listas de espera que siguen aumentando. “No hay margen de mejora si no se cambia el modelo de gestión y se refuerza el financiamiento”, añade.
Los 14 centros clínicos al unísono: “Esto no da para más”
El Hospital Regional de Temuco está dividido en 14 centros clínicos. Por lo general, cada uno de ellos defiende sus propios recursos y prioridades. Pero hoy, por primera vez en mucho tiempo, están todos alineados: los 14 jefes de centro exigen un cambio en la dirección del hospital.
“Esto no es habitual. Generalmente hay diferencias entre centros. Pero hoy están todos de acuerdo en que el actual liderazgo no tiene la capacidad para enfrentar la crisis. Lo han planteado formalmente y nos pidieron que como Colegio Médico los respaldáramos públicamente. Y así lo hicimos”, afirma Cuminao.
A juicio de los equipos médicos, el director no ha presentado un plan de acción claro, no ha respondido a las advertencias internas y ha mostrado debilidad en situaciones críticas. Un caso reciente fue el conflicto con el equipo de psiquiatría infanto-juvenil, que terminó con movilizaciones por la sobrecarga de pacientes. “La dirección no pudo resolverlo y tuvo que intervenir directamente el jefe del Servicio de Salud Araucanía Sur. Eso habla por sí solo”, dice el dirigente.
“No nos gusta pedir renuncias, pero esto es insostenible”
Cuminao reconoce que esta no es una situación cómoda para el Colegio Médico. “No es nuestro estilo pedir renuncias, pero no vemos otra salida. Ya queda medio año y el hospital no puede seguir operando sin conducción efectiva”, subraya.
El Servicio de Salud Araucanía Sur ha escuchado las demandas y sostenido reuniones con los jefes de centro. Ha pedido propuestas, análisis y datos. Pero hasta ahora no hay una decisión formal sobre el futuro del actual director. “Esa definición depende del Servicio, pero creemos que ya no hay más tiempo que perder”, advierte.
El llamado al Minsal: recursos, liderazgo y planificación
El Colegio Médico hace un llamado al Ministerio de Salud para tomar medidas urgentes: reforzar el presupuesto, ordenar las cuentas, resolver el problema del liderazgo y planificar la expansión del recinto.
Entre las medidas estructurales, se propone la construcción de cinco nuevos pabellones quirúrgicos, abordar el déficit de especialistas en la región y mejorar la articulación de toda la red asistencial. “Este hospital debe centrarse en los casos más complejos. El resto de los centros de salud también deben asumir su parte”, enfatiza.
El mensaje final es claro: “No se trata solo de números. Se trata de cómo esas cifras —esa deuda, ese presupuesto insuficiente— están afectando la atención diaria de miles de personas. El hospital está operando con las justas, y eso tiene un límite”.