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Opinión: Chile, donde los “medios pollos” sostienen el sistema

Publicado por: Claudio Nuñez | lunes 13 de julio de 2020 | Publicado a las: 11:49

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“Ahora, en el contexto de la realidad, el término “medio pollo”, es más recurrente de lo que uno piensa, a veces peyorativo y otras no, ya que este apelativo o efecto de cosificación, puede darse en todo los ámbitos, de manera vertical u horizontal. Toda vez que, el medio pollo, puede ser considerado, un ayudante, un asesor, un asistente, un empleado público de jerarquía, un empleado particular, en fin cualquier persona que ayuda o coopera con la función de otra, titular de una gestión visible”.

Escribe: Prof. Jorge Aguirre Hrepic, consultor en Inseguridad, Criminalista-Criminólogo.

En cada sociedad, existen los apodos, modismos, bromas, motes y sobre nombres, más curiosos y asociados generalmente a las pautas culturales de cada país.

Chile, es un país que se destaca en este “Hobby” (actividad que se realiza durante el tiempo libre), de ponerle nombre jocoso a todo. Como ejemplo clásico esta “chupete de fierro” (antipático); “volantín de cuero” (no se raja nunca); “taza” (que tiene una oreja); “plancha de campo” (desconectado); “mano de guagua” (avaro); “puente cortado” (nadie lo pasa), entre otros.

Seguidamente, tenemos la típica expresión “medio o media”, donde este adjetivo, que es la “mitad de algo”,  en cuanto a cantidad; en el léxico cotidiano, no lo es. Incluso, no pocos cuando observan algo grande y bonito, refieren entonada y cantaditamente, la fonética frase; “medioooo estadio”, “medio auto”, “media minaa”, “media casa”. En fin un entero, se transforma en medio de algo, y todos entienden, salvo los extranjeros.

Dejemos distante por ahora, los adjetivos, sustantivos y adverbios, y centrémonos en el “medio pollo”, que más allá de que sea un ave con el 50% de su anatomía, bien se vende, asada y acompañada de papas fritas, en diferentes lugares, como si fuera un plato típico nacional.

En el marco de la seriedad y conforme a la literatura, también existe una obra llamada “El Medio pollo”,  de Blanca Santa Cruz, donde narra el cuento de una gallina castellana clueca que solo empolló a 14 de sus 15 huevos, y por lo tanto, de este  último huevo, surgió un pollo faltándole una pata, un ala y un ojo. De inmediato le bajó el instinto maternal y se preocupó por alimentar y proteger más a este medio pollo que a los otros. Quien no tardo en creerse la maravilla, pues era muy diferente a sus hermanos y a los demás pollos, obviando sus deficiencias y transformándolas en fortalezas, lo que le significó sobrevivir y viajar y hacer de las suyas. 

Ahora, en el contexto de la realidad, el término “medio pollo”, es más recurrente de lo que uno piensa, a veces peyorativo y otras no, ya que este apelativo o efecto de cosificación, puede darse en todo los ámbitos, de manera vertical u horizontal. Toda vez que, el medio pollo, puede ser considerado, un ayudante, un asesor, un asistente, un empleado público de jerarquía, un empleado particular, en fin cualquier persona que ayuda o coopera con la función de otra, titular de una gestión visible.

En síntesis, un ministro es el medio pollo del presidente, un cura párroco del obispo, un coronel de un general, el secretario de un organismo lo es del presidente, un profesor del director de la escuela, un ayudante de cocina del chef, un albañil del maestro, y en materia política, está lleno de medios pollos, o no?

Como sea, es una realidad y tanto es así, que todos los años, en verano, los jefes, autoridades y titulares, salen de vacaciones en el mes de febrero y todo queda en mano de los medios pollos, lo digo con respeto.

La mejor referencia, incuestionable e irrefutable, se está viviendo hace tiempo, con el tema de la mentada pandemia o Covid 19, donde los medios pollos, de una u otra forma, han sacado “pechuga” (tórax de ave) y pecho al frente y se han arrogado todo tipo de atribuciones, mando y control, en relación a sus ámbitos laborales, salvo honrosas excepciones.

En lo medular, la atención de público, el teletrabajo, la atención a control remoto, por afiches, volantes, instrucciones por los medios de comunicación social, en fin sin importar el medio, si interesa el fin último, que es la atención del usuario de un servicio público,  el que con restricciones asociadas a la problemática de salud, debe recurrir a las distintas entidades a cumplir con sus cargas públicas y diversas diligencias, donde independiente de las largas filas, la desinformación ha reinado, afectando mayoritariamente a las personas de la tercera edad, mujeres embarazadas y personas con capacidades diferentes.

Basta solo con nombrar, a personas que recurren a algunos Tribunales a retirar cheques y se encuentran que no todos los tribunales tienen habilitado el sistema de transferencia, o la secretaria de la secretaria que está sola, y señala que no tiene conocimiento de cómo funciona hoy el sistema de pago, así que le pide a las personas  que vuelvan en otra ocasión o envíen un correo electrónico o suban una solicitud al sistema informático del poder judicial.

En algunas municipalidades, hay dualidad de información para un mismo trámite, dependiendo del funcionario que esta de turno, lo que se repite en los servicios de tesorería, registro civil, conadi, bancos, inspección del trabajo, cajas de compensación, servicios básicos (agua, energía eléctrica, gas, telefonía), dependiendo siempre de la “voluntad, criterio y tino” de los medios pollos, que están al arco, atendiendo todo tipo de penales.

En este sentido, lo más complicado y donde más se nota es en el tema asociado a la necesidad básica de alimentarse, que tiene un segmento importante de la ciudadanía, que se encuentra sin trabajo, sin sueldo, enfermos, sin cobertura médica. Etc. Sin duda los problemas se han multiplicado.

Otro ejemplo palpable, han sido las entregas de “canastas familiares”, donde el primer día, las autoridades rodeadas de periodistas hicieron gala de ejecución solidaria para entregarlas  en terreno, a determinadas personas que representaban a la masa necesitada de apoyo, con o sin ficha del registro social de hogares.

Después, el regimiento de medios pollos, a continuar o modificar la dinámica de entrega o de repetición a los que ya recibieron sus cajas. Ergo, algunos no “tocaron”,-como dicen en el sur-, ni el cartón de una caja.

Los patudos de siempre, comenzaron a cuestionar los víveres en cuanto a calidad y cantidad, y una vez más, otros medios pollos, tuvieron que responder y recibir, los insultos del pueblo que amando al circo, hoy, aparentemente solo  quiere pan. 

La alimentación es vital para cualquier ser vivo, por ello en la antigüedad, en Egipto, se guardaba el grano. Aquí en Chile, no se puede ya que los campos productivos son menos, conforme a la demanda de la población, y no recuerdo políticas públicas que se refieran a este tema, además que el que guarda algo de comida, se le cataloga de especulador. 

Independiente de todo, la idea, es aportar en estos tiempos con soluciones, tanto en los trámites de toda índole, como en la ayuda solidaria de alimentos, remedios y ropa, bonos, préstamos o lo que sea, lo esencial es que cada engranaje del mecanismo social funcione.

Da lo mismo, si el sistema lo sostienen los medios pollos.


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