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Marcela Sandoval, Directora Nacional de Prodemu y La Araucanía: “Hay desigualdades que se arrastran durante décadas”

Publicado por: Claudio Nuñez | domingo 2 de abril de 2023 | Publicado a las: 11:37

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Fue una larga jornada para la Directora Nacional de Prodemu, Marcela Sandoval. Primero realizó una visita en el marco de los territorios impactados por los incendios forestales, viajó hasta el sector de Carreriñe, en Cholchol, y reunirse con las mujeres damnificadas por esta tragedia, acciones que les permitan volver a levantarse. Posteriormente, encabezó un conversatorio donde representantes del mundo político, académico y social, relevaron el poder de organización que las mujeres han tenido históricamente frente a las emergencias.

Marcela Sandoval es periodista, Magíster en Literatura Hispanoamericana de la USACH y diplomada en Género, Cultura y Sexualidad y en metodologías cualitativas de investigación en la Universidad de Chile y fue becaria del programa internacional “Women in action” de International Visitor Leadership Program.

Su trabajo se ha enmarcado en el sector público, trabajando en diversas instituciones como el Servicio Nacional del Consumidor, el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, el Instituto Nacional de Derechos Humanos y el Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Chile. Actualmente, integra la Red de Periodistas Feministas y el Colegio de Periodistas de Chile.

Hasta el 11 de marzo de 2022 fue diputada por el distrito 14, Región Metropolitana de Santiago, donde fue presidenta de la comisión de Medioambiente e integró las comisiones de trabajo y seguridad social y de recursos hídricos.

Así, bBajo la premisa del Gobierno feminista, Marcela Sandoval asumió, tras ser nombrada por Irina Karamanos, actual pareja del Mandatario Gabriel Boric, directora de Prodemu, y en su momento declaró que pondrá énfasis en “fortalecer el enfoque de género y en los derechos humanos en la oferta pública de la Fundación, para aportar en el desarrollo de espacios de formación focalizados en las realidades territoriales de las mujeres”.

¿Cómo fue la experiencia que tuvo con las mujeres de Cholchol? ¿Qué inquietudes le expresaron durante su visita?

-Esto lo estamos haciendo en el marco de visitas a varias zonas afectadas en el centro y sur de Chile. Este grupo en específico tiene inquietudes como necesidades materiales. Perdieron galpones donde guardaban los alimentos para sus animales, forraje, y donde también se refugiaban sus animales, entonces eso dificulta ahora que puede llover; evidentemente pone en riesgo la mantención del forraje que le ha llegado para los animales. Algunas perdieron sus viviendas, también mucha necesidad de contención emocional y ayuda en términos bien concretos.

Usted en una entrevista a “La Voz de los que Sobran”, dijo que “Chile es un país de emergencias”, añadiendo que, “hay poco trabajo de género en las emergencias” ¿Se ha trabajado para reducir esa brecha?

-Efectivamente reafirmo lo que he dicho, en el terremoto de 2010 se levantó un primer informe con enfoque de género y catástrofe que levantaron organizaciones de la sociedad civil, organizaciones de mujeres de la región del Maule, debe ser uno de los pocos documentos que hay en la materia, en ese sentido claro, siempre se desarrolla que este Gobierno no está haciendo acciones para las mujeres, medidas que vayan en ayuda específica de ellas, pero en general los abordajes todavía no incluyen perspectiva de género. Yo creo que ahí tenemos que avanzar como país, por ejemplo, los planes de emergencia, las estructuras que también se activan, las instituciones que trabajan en estos dispositivos entienden que las necesidades son diferenciadas. Entonces si se diseña un bono, una vivienda de emergencia tiene que considerar ahí la estructura familiar, quiénes la componen (…) y también las consecuencias post-trauma, muchas veces postergan las necesidades psicológicas que les ocurren en la catástrofe y por lo tanto los planes de salud mental son genéricos y no ocurren planes de salud mental específicos para las mujeres.

Uno de sus emblemas o proyectos que tienen actualmente es las “sedes con sello intercultural” ¿En qué consiste este proyecto? ¿Qué se busca implantar a un mediano o largo plazo con esta iniciativa?

-No es que Prodemu haya trabajado con la interculturalidad muy presente, pero necesitamos intencionar aquello, y es por eso que partimos en Putre, quisimos darle un nuevo marco de trabajo, un nuevo impulso, y eso significó convocar a mujeres de comunidades altiplánicas, precordilleranas, en fin, y que ellas nos dijeran “mira, esto necesitamos, esto estamos pensando”, por ejemplo, recuperar técnicas ancestrales, de tejido etc. Entonces, eso también queremos reproducir en alguna oficina que tengamos en La Araucanía, y lo mismo en la isla de Chiloé, y en Rapa Nui, que también tenemos una sede provincial. Dar un trabajo que efectivamente signifique escuchar a las mujeres de las comunidades podamos, y si generamos herramientas para el emprendimiento que esas tengan pertinencia territorial y tengan comprensión de la cosmovisión cultural y de cómo se trabaja en esos espacios.

Según encuesta de la Cámara Nacional de Comercio del 2017, en Temuco se realizaron un total de 82 encuestas a vendedores ambulantes no autorizados, donde un 49% eran hombres y 51% mujeres. ¿Cómo se podría regularizar esta actividad para evitar choques con Carabineros y funcionarios municipales?

-Eso tiene que ver con la formalización, tiene que ver cómo el trabajo de gestión municipal y la formalización en el trabajo, las autorizaciones y todo pero evidentemente tenga como foco que hay mujeres que les cuesta mucho más formalizarse, porque hay que cumplir ciertos requisitos evidentemente ahí tiene que generarse también ciertos planes que tengan esa facilidad y obviamente también en el control y la fiscalización de aquello cumplir con protocolos y estándares que no signifiquen un actuar violento ni discriminatorio en esos casos.

El estudio Desigualdades Socioterritoriales en La Araucanía realizada por Prodemu y Radio y Diario Universidad de Chile se señala que La Araucanía es una de las regiones más empobrecidas del país y que en ese aspecto, las mujeres son las más afectadas. ¿En qué forma se ha reaccionado frente a esa dura realidad?

-Nosotros lo que hicimos fue levantar este diagnóstico y cruzar datos y que de alguna manera son datos que existen pero que no se hace el análisis integral de aquello. Y lo que hemos hecho es justamente ofrecerlo a otras instituciones para que puedan tomar decisiones. En el fondo nosotros somos una institución que tiene un marco acotado de acción pública y que entramos en la esfera económica, pero en una esfera muy primaria, entregando herramientas para el emprendimiento y la educación financiera, herramientas tecnológicas de alfabetización digital, pero evidentemente esto requiere del esfuerzo mancomunado entre el Estado y lo privado y que se entienda que el rol de la mujer en el trabajo debe implicar abrir los espacios masculinizados, de la construcción, del transporte, de la minería, de las forestales, para que las mujeres ahí tengan espacios de trabajo.

¿Qué diagnóstico hace de La Araucanía en relación al tema de las mujeres?

Evidentemente acá hay una historia muy potente cultural, que las hace mujeres muy resilientes, valientes, trabajadoras, sin embargo, hay indicadores muy fuertes en lo social que tiene que ver con la brecha en educación, en el trabajo y con indicadores de pobreza. Entonces eso hace que las mujeres vivan no sólo una desigualdad, sino que muchas desigualdades, entonces el esfuerzo tiene que ser mucho mayor en esta región, puesto que zonas empobrecidas son rurales, pero evidentemente hay mayor afectación de las mujeres.

Las mujeres indígenas en situación de pobreza multidimensional superan el 45% y en un extremo, en la comuna de Lonquimay llega a un 82%. ¿Ha logrado el estado superar o iniciar planes y programas para superar esas cifras?

-Está el Plan Buen Vivir que también incluye medidas para las mujeres, con Indap trabajamos muy de la mano con las mujeres rurales, pero hay desigualdades que son estructurales y que se arrastran durante décadas, centenares de años y obviamente hay que ir yendo de a poco. Pero acá hay una cuestión que es crucial, y que tiene que ver con las mujeres en esos territorios, no sólo son empobrecidas por las condiciones del entorno o porque no llega ayuda del Estado, sino también porque viven y deben cumplir múltiples roles, están a cargo de sus predios, tienen que sostener la economía familiar, pero también tienen que sostener el cuidado de la familia, y a veces el cuidado de la comunidad. Entonces evidentemente eso no nos permite desarrollar emprendimientos sostenibles en el tiempo, y también las distancias y ese es un tema que evidentemente aumenta las desigualdades, además del acceso a la tecnología.


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