Tras la reunión sostenida este viernes en la Intendencia, y donde acudieron 12 de los 14 parlamentarios de la zona, uno de los temas tratados en la instancia privada fue el primer mea culpa que hicieron con respecto a su participación en el llamado conflicto mapuche, reconocimiento que no sólo fue adoptado por los parlamentarios sino que también por el intendente Andrés Jouannet.

No fue una convocatoria fácil, tanto así que antes a fines de febrero se enviaron las invitaciones, para que así no exista excusa alguna para ausentarse, aunque sí lo hicieron Alberto Espina (RN) por temas de salud y René Saffirio (DC).

La reunión partió a las 11 horas, periodistas y sus asesores sentados afuera esperando el encuentro, esperando que alguno de los parlamentarios se retirara indignado -como ha ocurrido en reuniones pasadas- o bien que se cumpliera con la amenaza de funar la reunión.

Lo cierto es que nada sucedió. Tras dos horas y media se abrió la sala y todos animados y casi del brazo se preparaban para dar las cuñas y así dar cuenta de esta convocataria, donde lo primero fue dar las gracias por estar todos juntos y luchar contra la violencia en La Araucanía.

El primero en hablar fue el intendente, que no disimuló su rostro de satisfacción pues seguramente temía que no resultara dado los roces con algunos diputados y senadores, autoridad que dio cuenta de la necesidad que todos sumen para lograr la anhelada Paz en La Araucanía. Sin mayores tapujos reconoció que había responsabilidad política de parte del Gobierno, el estado y los parlamentarios, y que era el momento de dar un paso todos juntos.

«Reconocemos nuestra responsabilidad política sobre el tema que atañe a la región y por eso hemos dado este paso», aseguró a la salida de la reunión.

Sin embargo lo que más llamaba la atención fue la «puesta en escena» de los parlamentarios de la región, quienes con una sonrisa y casi como si fueran de un solo partido, dejaron delante al senador José García Ruminot, obviamente uno de los senadores con menos choques y más conciliador, quien con una voz tranquilizadora, llamó a todos a trabajar por la paz, a lograr los acuerdos y dejar de lado discusiones como si existía o no terrorismo (la que no quisieron contestar), dejando entrever que hoy era el momento de hacer un mea culpa.

«Lo que queremos es cuidar esta iniciativa y que ninguno asuma un rol protagónico. Que seamos activos y positivos para enfrentar el desafío de la violencia rural».

Lo cierto que fue una reunión más para sumar que para restar, un encuentro serio y donde lo más importante es que los parlamentarios asumieron que este no es sólo un problema de las policías o fiscales, sino que del Gobierno y de ellos mismos.