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EL ENVEJECIMIENTO EN LA MUJER Y EL EJERCICIO FÍSICO.

Publicado por: Karina Pavez | martes 13 de enero de 2015 | Publicado a las: 21:09

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Pablo Picasso decía: “cuando me dicen que soy demasiado viejo para hacer una cosa, procuro hacerla enseguida”. El fenómeno del envejecimiento de la población es mundial y se caracteriza por el aumento de los años de vida de las personas.
El envejecimiento es un fenómeno que tiene entre otras las siguientes características; es universal, personal, dinámico, irreversible y progresivo, que se desarrolla a lo largo de toda la vida y que involucra a la totalidad de los sistemas orgánicos, afecta al cuerpo y sus funciones e influye en los aspectos psicológicos y sociales de las personas.
La situación de vivir más años determina que gran número de personas denominadas adultos mayores (no abuelitos), se vean enfrentados a cambios que afectan la estructura familiar, desde el cese de su vida activa laboral, la desvinculación en la interacción social, la pérdida de reconocimiento e importancia que tuvieron en el pasado.
Este fenómeno del envejecimiento se ve reflejado con mayor claridad en las mujeres, que poseen mayor esperanza de vida, ya que en promedio viven seis años más que el hombre.
De acuerdo con los estudios realizados por el I.N.E en su documento “Enfoque estadístico del Adulto Mayor en Chile”, el porcentaje de la población femenina es mayor, debido a una mayor longevidad, que incide en una esperanza de vida superior respecto del hombre.
Podemos decir entonces que el fenómeno de la vejez en la mujer está adquiriendo día a día mayor relevancia entre los estudiosos de los fenómenos sociológicos, debido a la diversidad de implicancias sicológicas y socioeconómicas que este fenómeno genera.
Según Terreros y Curullo (1991), los factores que favorecen la calidad de vida en general en los adultos mayores y en particular en las mujeres adultas mayores son un buen estado de salud, una nutrición adecuada, vivir en un ambiente favorable, realizar ejercicio físico, y las motivaciones que producen interés, entusiasmo y alegría de vivir.
Para las adultas mayores enfrentar nuevos desafíos en esta etapa de su existencia relacionándose con grupos de referencia, les ayuda a prolongar la calidad de vida utilizando su tiempo libre de manera activa y entretenida.
Los cambios fisiológicos, psicológicos y sociales asociados al envejecimiento, determinan que las mujeres adultas mayores son una población vulnerable, que requiere de estrategias de atención que garanticen una calidad de vida digna. El envejecer es un proceso que despliega una secuencia compleja de cambios y pérdidas, que exigen una adaptación en lo intelectual, social y afectivo-físico, que dependerán de las circunstancias biológicas, sociales y psicológicas, así como de los recursos con que cuente la persona.
La salud física: definida por la OMS como el completo estado de bienestar físico, psíquico y social, es la principal capacidad que poseen los seres humanos para vivir su existencia, la que pueden aquilatar y conservar o que pueden perder irremediablemente. Para desarrollar una vida saludable se identifica cuatro factores como vitales; uno de ellos: el ejercicio físico.
Está comprobado que la práctica regular de ejercicio físico puede reducir o prevenir la disminución funcional asociada al envejecimiento: salud cardiovascular, peso adecuado, lipoproteínas y osteoporosis controladas, prevención de la intolerancia a la glucosa, bienestar psicológico y mantención de la fuerza muscular, permiten, en definitiva, conservar la autovalencia de las adultas mayores.
¿Qué ejercicio físico puede realizar una mujer adulta mayor? Existen cuatro categorías básicas de actividad física: Resistencia aeróbica, fuerza, equilibrio, flexibilidad.
Por lo expresado anteriormente como sociedad chilena debemos enfrentar el fenómeno del envejecimiento de la población, brindándoles a nuestros adultos mayores y en especial a las mujeres adultas mayores, el lugar que se merecen en la sociedad, enseñándoles a los niños y jóvenes a respetarlos, brindándoles un trato digno, atendiendo a sus opiniones y a nivel de sociedad generar espacios y políticas públicas que los favorezcan.
Los invito a enfrentar estas tareas con la premura que lo haría el adulto mayor Pablo Picasso.


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