Comenzó el juicio oral del femicidio de la señora  Magdalena del Rosario Carrillo Levipán, quien murió apuñalada en manos de su conviviente,  en horas de la madrugada del 10 de enero de 2016, caso en el que el Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género está representando a la familia como querellante.

“Como SERNAMEG pedimos presidio perpetuo calificado, pues consideramos que además de lo reprochable que es el delito en sí, hay circunstancias agravantes, sabemos que nada va a reparar la pérdida terrible de Magdalena para sus 7 hijas/os, sus hermanas/os, y familiares; pero esperamos se cumpla nuestro objetivo, creemos que es importante la justicia”, expresó la directora regional del Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género, Bárbara Eytel Pastor.

La directora reiteró en su mensaje que “no queremos más femicidios en La Araucanía, mientras haya desigualdad de derecho no erradicaremos la violencia”.

Al morir tenía 43 años, tenía  7 hijas/os, entre los 26 y los 2 años 8 meses de edad; la menor de sus hijas tenía 1 año 4 meses cuando su madre murió quién aún estaba siendo amamantada. Fue una mujer trabajadora, responsable de sus hijas/os, que llevaba más de tres años de relación con el imputado, quien durante la semana trabajaba en la zona costera, Queule y regresaba a Temuco los fines de semana.

Los hechos ocurrieron cuando la víctima  se encontraba en su domicilio  ubicado en calle La Portada N°02421, sector Pedro de Valdivia, con sus hijos e hijas menores de edad, su hermano, cuñada y sobrinas preparando una celebración familiar, momentos en que  llegó su pareja ,  con quien había iniciado una relación de pareja hace aproximadamente cuatro años, existiendo convivencia entre ambos y, al parecer,  una hija pequeña no reconocida por éste; relación que ella intentaba terminar, pues había sido agredida física y psicológicamente por el imputado en varias ocasiones.

Los femicidios son la manifestación más grave de discriminación y violencia contra las mujeres. Los altos índices de violencia contra ellas, su limitado o nulo acceso a la justicia, la impunidad que prevalece a los casos de violencia contra las mujeres y la persistencia de patrones socioculturales discriminatorios, entre otras causas, inciden en el aumento del número de muertes.