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Consecuencias del sedentarismo: Obesidad, depresión y mala calidad de vida

Publicado por: DiarioTiempo21 | sábado 1 de agosto de 2015 | Publicado a las: 14:47

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Es que ahora no tengo tiempo, ¡voy justo para dormir e ir al trabajo!”. “Es que no me gusta y si no me gusta, me aburro y dejo de hacerlo”. Seguro que en alguna ocasión ha pronunciado estas palabras, son excusas puras y duras para no huir del sedentarismo. Pero esas excusas se cobran en salud y en felicidad y los médicos han demostrado en muchas ocasiones el daño que el sedentarismo produce en nuestro sistema inmune y nuestro estado de ánimo.

¿Cuáles son las consecuencias reales del sedentarismo?

SOBREPESO Y OBESIDAD

Cualquier médico coincidirá en que una persona de mediana edad suele comer más de lo que necesita cada día. Solemos pasar el día sentados e ingerimos demasiadas grasas e hidratos de carbono para la actividad física que después hacemos. Además, no incluimos en el menú suficiente verdura, fruta y pescado, porque solemos ser dependientes de la carne.

Asímismo, si esta dieta la completamos con nulo ejercicio físico, no ayudamos a nuestro cuerpo a que queme las calorías y grasas que no necesita, por lo que poco a poco iremos engordando, pudiendo llegar a tener un sobrepeso preocupante para nuestra salud.

Según la Organización Mundial de la Salud, la inactividad además produce aumento del apetito, por lo que si engordamos por lo que comemos, también engordamos por el hambre que nos produce estar apalancados en el sofá.

DOLORES ARTICULARES Y CONTRACTURAS

Las personas que pasan mucho tiempo trabajando y no dedican unas horas a la semana al ejercicio suelen quejarse de que tienen dolor de espalda, de cuello o de riñones. Esto es debido a que la falta de deporte repercute en una pérdida de masa muscular y fuerza.

Nuestro cuerpo está en una situación más débil y pasar ocho (o más) horas en la oficina repercute en nuestros músculos, que se sienten doloridos por la eterna falta de movimiento.

DEPRESIÓN

Una persona que no hace deporte se levanta sin energía, llega a mediodía cansada, después de comer está agotada y por la tarde / noche no puede más, algo que se convierte en una excusa para no hacer deporte.

Por otra parte, no encontrarnos bien físicamente, engordar y tener pereza nos hace sentir peor autoestima cuando nos miramos al espejo. No se trata de que todos tengamos un cuerpo diez, sino que nos sintamos con salud y llenos de empuje para hacer cualquier cosa. La falta de ánimo puede llevarnos además a sufrir una depresión.

Lo curioso es que ese cansancio y falta de energía suele convertirse en vitalidad y fuerza en el momento en el que practicamos deporte. Además, el ejercicio es una fuente natural de endorfinas que nos hacen sentir bien de forma inmediata.

TENDENCIA A PADECER ENFERMEDADES

El aumento de peso puede acercarnos a poder padecer ciertas enfermedades cardiovasculares y coronarias, como ataques cardíacos, hipertensión arterial o diabetes.

Y eso no es todo. Mantener a nuestro cuerpo parado perjudica a nuestro sistema inmunológico y nos convierte en el blanco preferido de multitud de infecciones, además de que alarga los procesos de curación de cualquier enfermedad.

ENVEJECIMIENTO CELULAR

Las personas que no practican ejercicio a la larga parecen diez años más viejas que aquellas que hacen deporte de forma regular. Eso es porque su inactividad acelera el envejecimiento celular, ya que la inactividad corporal repercute de forma directa en la actividad de las células.

NO HABRÁ FORMA DE DEJAR DE FUMAR

El ejercicio consigue regular nuestras ganas de fumar y será más fácil para una persona activa aparcar ese mal hábito que para quien esté sentado en el sofá.

PEORES TRABAJADORES

Está demostrado que las personas que hacen ejercicio cada día son más productivas y resolutivas en el trabajo. Además, como la falta de ejercicio provoca que nuestro cuerpo esté más expuesto a sufrir enfermedades, quien es sedentario tiene más absentismo laboral por tener que estar en el médico, en la cama o incluso en el hospital.

La pereza y el cansancio que tiene una persona que no hace deporte también afecta a su rendimiento laboral y los superiores no suelen valorar de forma positiva a un trabajador siempre falto de empuje y ganas, del que parece que hay que tirar.

MUERTE PREMATURA

Según la Organización Mundial de la Salud, las personas que no hacen ejercicio tienen entre un 20% y un 30% de probabilidades más de tener una muerte prematura.


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