En un partido muy accidentado Chile cayó inapelablemente ante una Argentina efectiva por 2 a 1.

A los 12′ tras una falta inexistente que pitó mal el juez Mario Díaz de Vivar (se le fue el partido y fue un desastre) Messi aprovechó de sacar rápido para que Aguero definiera ante la salida de Arias.

A priori la selección quedó totalmente sacada de quicio por el impresentable error del arbitraje, tanto es así que desacomodado defensiva y al mediocampo, dejó licencias para que Dybala a los 22′ marcara el 2 a 0.

Pero la guinda de la torta tendría que ver con Medel y Messi quienes por una pelota intrascendente se agarron a pechazo limpio y manotazo. Ambos expulsados.

Ya en la segunda parte, Vivar pita penal a instancias del VAR (siendo que estaba al lado de la jugada y dejó seguir: horror impresentable) porque se lo exigió, Vidal marcó el descuento.

Más allá de que Argentina tuviera buenas chances de gol, lo cierto es que Chile jugó muy mal este partido, se les notó que no quisieron jugar el tercer puesto, evidente la falta de físico de Beausejour, Isla, Medel y ni hablar de Jara (responsable de los 2 goles) a Vidal que se sobreexigió junto con Aránguiz hicieron lo que pudieron pero estaban desconectados; Pulgar también. Arriba Alexis (que se lesionó) y Vargas le puede seguir haciendo goles a Japón, a Fiji, a las Bahamas o a Islas Feroe, por que es un caso inentendible que siga.

Al fin y al cabo la Roja se va con un buen sabor de boca por lo que hizo, ya que tuvo muchas dudas tras la llegada de Reinaldo Rueda que las fue disipando en esta Copa.

Ahora lo que vio Rei debe ser claro, él tiene la palabra para cambiar una buena parte de la selección; muchos ya tuvieron su buen paso (Isla, Beausejour, Vargas para dar ejemplos) y dar paso a un recambio necesario e indispensable.